Mi aire se acaba como agua en el desierto,
mi tiempo político termina y
mi vida se escapa porque no siento nada,
tampoco vivir con dudas quiero.
Aceptar las sombras y conjuros, enterrar mis miedos,
retomar el vuelo, y elevar a los cielos .
No sé si de otros dependí para crecer,
si que supe adaptarme y escuchar
y los que me aplaudieron ahora me ignoran,
pero siempre, siempre hice lo que sentía y dije lo que pensaba.
Me juzgan por lo creado, pero,
el pueblo disfruta el resultado
y yo, embriagada de emoción quedo.
Deseo el perdón para los que ofendí y
la gloria para los que perdí.
Miedo tengo a la oscuridad,
mucho más al olvido y la necedad,
me voy sin equipaje ni homenaje
pero con orgullo de haber servido a mi ciudad.
Valencia te llora y añora, y,
tal como dijiste en el mapa la pusiste,
hoy, el mundo sabe que la Capital del Túria es cosa tuya.
Murcia, 30 de noviembre de 2016.