¿Sois capaces a responder a esta pregunta?
¿Creéis posible enamorarse de nuevo?
Vosotros no sé, pero mi respuesta es que sí, aún cuando no tenga la misma parafernalia religiosa y social, con regalos, banquete, viaje de novios y jurar ante el altar. Todo ello es una envoltura familiar.
Esta nueva composición amorosa suele darse tras la jubilación. Con tiempo y con calma se redescubre el amor. Y suele ser más sólido que el primero. No tiene la pasión de aquel, ni la fuerza física del atractivo sexual, pero tiene más cariño, atención y respeto que lo hace más profundo.
También sabemos los problemas de estar las 24 horas juntos en casa. No debe sorprender que discutas más con tu pareja. Hasta que se ajusten los espacios vitales de cada uno.
Antes partíamos al trabajo y volvíamos a mitad de jornada, con ganas y apetencia de estar con el cónyuge y los hijos. Te contaban los temas vivos del día.
En ocasiones, las dificultades son tantas que resultan insuperables y en lugar de ir cediendo poco a poco en intensidad, aumentan. Ante esto, quedan don salidas:
Asumirlo tal cual, es lo que la mayoría elige, pues a cierta edad no es fácil cambiar.
Dejarlo, siempre que la convivencia se haga insoportable. Son quizás los menos, pero es una salida para una sola vida. Y yo sé algo de esa única vida.
Pero lo normal es que llegues a un equilibrio tras el periodo de adaptación, que tiene cierta semejanza con un segundo noviazgo, con sus altibajos, cabreos y también euforias. Es decir, culparse el uno al otro de cualquier cosa por nimia que resulte.
Desde mi estado etéreo y espumoso deseo que volváis a la intensidad amorosa porque de otra forma no sería estar viviendo, sería estar durando.
Daniel, siempre estaremos agradecidos a tus reflexiones y consejos, desde tu cósmica atalaya y a la experiencia que da haber vivido en la Tierra te concede veracidad a los hechos.