Ventoso día, temor y prisas en los cofrades:
– ¡Quizás no procesionemos! Pero son valientes,
ya percibimos el aroma de incienso y cera caliente.
El nazareno en la calle, en ordenada fila de penitentes y costaleros cargando con ilusión porque de familia le viene la tradición.
De pronto, la saeta rompe la noche y
su quejío emociona al devoto paciente.
El cortejo continúa. Manos abiertas para recibir el caramelo
que el pequeño agradece con una sonrisa.
Mientras, la madre las eleva para pedir la gracia y
protección del santo barón.
Cerrando el cortejo, la Soledad recogida y humilde
camina despacio acompañada por autoridades bajo palio.
Lunes florido, la huerta se hace presente, batalla y bando dan colorido.
En las calles se arrejuntan zagales y zagalas en zaragüeles
y enfajados con ilusión mantienen la tradición.
Cabalgando por la ciudad en una fantasmagórica noche, con irónicas soflamas al viento, dioses mitológicos, brujas, hadas, hachoneros y el fuego siempre presente. Por último, el emblemático Conte con su alado dragón omnipresente.
Apoteosis final. Como reina en su catafalco, colgada de su escamosa cola y pito en boca se inmolará en homenaje a la locura en un provocado incendio porque aquí no hay indulto ni remedio.
Pero algunos prefieren otros destinos, “la suave brisa vaporosa de salitre de las soleadas mañanas en el puerto y atardeceres cálidos de poniente”.
Y amaneciendo, “blancos caballos cabalgan sobre las olas y la rizada espuma inunda la playa. “Y andando por ella mi ropa queda húmeda por el aliento perseverante del mar.”
Mientras pienso en estos asuetos días de descanso que elevarán mis pretensiones sobre un futuro, que en principio, parece incierto.
Y apagaré la tele, desconectaré el móvil y colgado sobre el muelle de La barra practicaré el engaño de la pesca.
Ahora bien, el conflicto personal está servido, porque, ambos destinos despiertan sensaciones, en alianza con el pasado, unas agradables otras no tanto.
Pero como decía Epicuro, “!cuando dejas de tener sensaciones, ya no existes!”
Murcia, 28 de marzo de 2018