Gélida mañana gris
Gélida mañana gris, el sol quiere salir, romper las nubes y sacar sus luces. Un largo silencio, interrumpido por los patos, aves invasoras, zarzales y ladridos en los bancales.
Paz y tranquilidad se respira en las vísperas de navidad, mientras evoco recuerdos de niñez en tiempos de encuentros y ausencias. Aquellos de rondallas con panderetas, guitarras, laudes y zambombas. Y sin olvidar, la misa de “gallo”, donde nos encontramos con alguna “moza”que veníamos rondando durante los chispeantes pasacalles.
Son días que entibian el alma, produciendo sentimientos; primero de alegría, después, de tristeza y melancolía. Porque estas fechas son distintas a las demás.
Pero mientras, pienso e historizo la época.
Lo acostaron en un pesebre, no el alegre pórtico que los pintores han ilustrado al hijo del señor, como avergonzados de que el mesías hubiese nacido en la miseria.
Un establo oscuro maloliente en la casa de los animales, la prisión de las bestias que trabajan para el hombre. El establo de los países pobres, el que ocupaba Jesús, no el pórtico de pilastras de mármol y capiteles, ni las caballerizas reales. En la tenue luz de candil, una joven y bella mujer contempla en silencio a su hijo.
El nacimiento de un niño que viene a sufrir con y por los demás. Un hombre esperado desde hace mil años por su pueblo piadoso y creyente.
Después de más de 2000 años, la zona donde Jesús transitó sigue igual; conflictos bélicos, odio, huida a otros países, tal como le ocurrió al “mesías”.
Y además, despreocupación y absentismo gubernamental, mirar para otro lado, tal como Poncio Pilatos hizo, lavándose las manos por miedo a la rebelión de los judíos y pérdida de poder ante el Sanedrín.
Hoy seguimos con mentiras y corruptelas para no perder la posición de autoridad que nos hace poderosos.
Hoy, como Jesús en aquella Judea, las poblaciones se desplazan de una tierra a otra; motivos políticos, de guerra o de hambre.
(El mar es huida a la esperanza y tumba siniestra de muchas vidas).
Después de 2000 años sigue la confusión sobre si vino o seguimos esperando a Jesús (judíos, ortodoxos y agnósticos dirimen sus teorías).
Y yo, yo solo deseo que, ¡la paz sea con todos, creyentes y no creyentes!…
Murcia, 22 de diciembre de 2022.— Salto del grillo