Apacible tarde de verano, la niebla envuelve la playa, solo veo nubes como en un sueño.
De pronto, mirando lo que supone ser el mar,
un gran navío aparece, ocupantes alzando los brazos
pidiendo socorro. En el lateral de su proa un nombre, ‘El Sirius’.
Sin pensarlo entro en el agua y veo como media docena de tiburones dan buena cuenta de un hombre, y por su indumentaria parece ser el capitán. (primero en saltar).
Despertando de mi soñoliento encuentro, vuelvo a mirar, y aparece un barco de pescadores ayudando a familias que abandonan el navío. La noticia del tremendo naufragio recorrió todos los países, dando a conocer este pequeño pueblo pesquero.
Pero quedo reflexionando que ‘El Sirius’ nunca abandonó estas aguas, navega paseando su desgracia y pidiendo auxilio a navegantes y turistas que pueblan estas costas.
Más de cien años han transcurrido de esta tragedia, causada en Islas Hormigas y siendo testigo, el faro, que sigue parpadeando durante la madrugada por si algún náufrago siguiera en el mar.
Epitafio… Sentado en la arena, oigo tu lamento y tu pena,
testigo fuiste del peor naufragio ocurrido en mi playa serena.
Qué negra quedó la mar,
qué desolada la noche!,
derribado su cantar
la nave fue acallada y
su tripulación silenciada.
Murcia, 23 de agosto de 2023