Albert Rivera, presidente del partido Ciudadanos, fue campeón nacional de oratoria y debate con su equipo universitario. Con este antecedente esperemos que su posible gobernanza no quede en teorías dialécticas y pase a proponer temas prácticos de posible solución.
En una reciente entrevista realizada en RNE, le preguntaron:
– ¿Es usted de izquierdas o de derechas, donde situamos su posición?
Él respondió:
– Estoy a la derecha de la socialdemocracia y a la izquierda de la unión demócrata cristiana. Próximo al liberalismo en cuanto a los temas económicos cercano al mundo empresarial. Pero siento a la izquierda por sus valores sociales, derechos individuales, apoyo a los grupos colectivos, desahucios matrimonios del mismo sexo, redistribución de la riqueza, etc.
En cuanto a la unidad de España se alinea claramente con el PP. Aquí si tiene para mí el máximo reconocimiento, siendo catalán, viene combatiendo al nacionalismo desde hace más de siete años en tierra hostil, sin mas apoyo que sus compañeros de partido. Habiendo recibido amenazas de muerte en su propio domicilio.
Fue uno de los diputados contrarios a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Valoraba mas la libertad del individuo, la tolerancia y el laicismo. Poniendo máximo acento en la libertad económica, el apoyo a las empresas, la igualdad de oportunidades (al estilo americano).
Huye de etiquetas tradicionales y se presenta como un partido sin objetivos definidos, porque tampoco le interesa y porque entiende que esa es la mejor manera de ampliar su base electoral (España entera, multicolor y racial) además no conseguirá equivocarse si nada en la indefinición.
Llegamos a unos comicios en el que la mayoría de líderes son novatos, difícil pues de evaluar sus futuras actuaciones.
Ello, junto a las doctrinas ideológicas que demuestran contar poco o nada, la confusión aumenta para confiar el voto.
No obstante, Albert Rivera, comienza a ser mas creíble, frente al también neófito Pablo Iglesias con un discurso populista y revolucionario.
Y como ninguno de los dos termina de definir su proclama, calificaremos a estos partidos emergentes, como los llama el analista , Ignacio Martín, “atrapalotodo”, van recogiendo votantes de otros partidos, utilizando la regeneración política o la oposición al nacionalismo en Cataluña (en el caso de Ciudadanos). Eso sí, desde la salida de Albert, el partido de Pablo ha disminuido la intención de voto en las últimas encuestas.
Y digo yo, que a falta de pan, buenos son los discursos y valorar las intenciones del mas creíble y votar en consecuencia.
Murcia, 15 de marzo de 2015