La felicidad o quizás el buen estar se logra donde tu circulo está, porque la satisfacción del hombre está hecha de pequeños momentos que tendremos que descubrir.
Muchas son las cosas que perdemos en el transcurso de la vida. La juventud, la actividad laboral, amigos y familiares, y por último la salud.
¡Debemos abandonar la Tierra en cien años!, dice S.Howking. Algunos lo haremos mucho antes.
Por ello, busca los detalles y no te pierdas en los amplios valles. Encuentra los posibles y no los futuribles.
Párate y piensa al llegar a la encrucijada, transita las sendas, que por estrechas que sean, quizás te lleven al bienestar que esperas y deseas.
Si tu ritmo de vida es demasiado rápido, es posible que vivas más en tu cabeza que en la realidad.
Pasear, contemplar la naturaleza, entrar en contacto con ella, prestar atención al canto de los pájaros, tocar la vegetación.
Porque no es necesario abandonar la ciudad y vivir en el campo. Tenemos la mota del río, parques, jardines, y ello, puede que tenga una función terapéutica y relajante mas que estética. Escenifícalos día a día.
Adiós a las prisas. Hacemos tantas cosas por rutina, por costumbre, que nuestra vida rueda a piñón fijo. Paremos a pensar, a reflexionar a escuchar el silencio que siempre dice algo.
Sueles contagiarte de los demás, sin reparar que cada uno es uno, manteniendo ritmos que no te corresponden. Descubre el tuyo y síguelo.
Siendo éste el mes de la comunicación, desactiva tu móvil y la televisión, come entorno a la mesa con los tuyos, como lo hacían nuestros padres y el propio Jesucristo, seguro que captarás algo nuevo, alguna novedad de tus hijos o de tu pareja que no sabías.
Para ser feliz, se precisa un punto de locura y creatividad, porque ello te da una oportunidad, quizás de cambio. Como decía el Cholo, ¡algunas cosas no se imaginan, suceden tal cual! Presta atención a los mensajes de tu entorno, más que a los telemáticos, ellos no saben de ti ni te conocen.
En resumen: la felicidad no es un estado permanente, es una satisfacción transitoria y subjetiva. Es un deseo, una aspiración al buen estar.
Aprovecha cuando por tu casa pase, quizás no tengas otra oportunidad.
Murcia, 06 de mayo de 2017.