Por el balcón de las nubes asoma el luminoso sol, y yo, yo inicio mi andar por la mota del río, siendo muy de mañana y fin de semana me cruzo primero con el equipo de personas vendedores de fe.
Acto seguido reflexiono que hoy se conmemora el “Día Internacional prevención al suicidio”. Me da que pensar. Por ser la decisión mas extrema que una persona pueda tomar en vida. Y claro la última.
Las razones son variadas y dispares, pero la mayoría están asociadas a la depresión y otras enfermedades mentales. Otros lo hacen por su dios, como los terroristas suicidas musulmanes.
Últimamente me preocupan los casos de acoso escolar de “bullying”. Por desgracia se vienen dando con demasiada frecuencia.
Es necesario que rompan los tabúes, que se rompa el silencio, que las autoridades, sobre todo escolares, miran hacia otro lado, dicen que es una decisión incontrolable.
Pero en la ONG Teléfono de la Esperanza, proponen que la familia observe las señales y comuniquen. Acto seguido pondrán a disposición el equipo completo de psicólogos que pueda prevenir el suicidio.
Pero comienzo a pensar en otros temas que algodonan mi mente y alejan mi pesar. Cuando escucho música siento que floto, vibro, lloro y gozo, siento que el cielo toco con los dedos, esta me traslada a lugares y momentos donde fui feliz.
En ese transcurrir oigo cantar al gallo, puede ser normal, pero son las 10 de la mañana y antes despertaban a sus caseros al amanecer.
Algo ha cambiado.
También oigo el estruendo de los arcabuces que las escuadras moriscas homenajean en su desfilar por la ciudad.
Y por último vuélveme la alegría al pensar que en víspera estamos de nuestra tradicional Romería.
Murcia 10 de septiembre de 2017