En silencio las olas llegan a la playa
mientras la gaviota marca su vuelo,
y yo, yo distraigo la mirada en el cielo
para encontrar consuelo.
En silencio sentados en la arena
quemamos dudas y recelos
y….todo lo que no llena.
En silencio con nuestros pensamientos y dudas
oímos el lento deslizar de la lluvia
mientras tú, tú buscas escusas para olvidar.
Qué hacer para que tu silencio se torne alegría y no despedida;
¡escuchemos canciones de nuestra época que
entibian el alma y transportan sensaciones de calma!.
¡Y por qué no gozar con el murmulleo del río!:
el colibrí, el zarzal y la cabernera
proclaman el comienzo de la primavera,
cánticos de alondra mañanera y flores de azar en el limonar
mientras las abejas esperan.
Pero mi desconsuelo cerca lo veo
como rosal del río… de ti no me fío,
bello y perfumado por fuera
pero tus afiladas espinas sacas
cuando acariciarte y besarte quiero.
Al final, me recluyo “en el silencio de aquella sala,
interrumpido sólo por el roce de las páginas
que se dan por leídas del conocimiento heredado”.
Porque no hay soledad mas solitaria que la desconfianza,
ni mayor tumulto que la soledad ruidosa y la ignorancia reprimida.
Murcia. 3 de marzo de 2016