Una película no tan sucia
Los primeros veinte mínutos de El duque de Borgoña, de Peter Strickland, te dejan exhausto: la suciedad y la perversión mostrada por las dos amantes lesbianas protagonistas es algo que, desde el Buñuel más enfermizo y fetichista, desde el Genet más refinadamente cruel de Le Balcon, no se veía en el cine. Hay tantas capas, […]