En general no me interesan los Oscar. Las dos o tres noches que a lo largo de mi vida me quedé despierto para verlos están clavadas en mi memoria como “errores de adolescencia”. Salvo contadas excepciones, basta que un filme sea galardonado para sospechar de su calidad. Los Oscar siempre me han parecido una razón […]
Hazañas de los malos tiempos. Autora: Cristina Morano. Editorial: Newcastle Ediciones. Murcia. 2015 ¿De qué lado cae el diario de Cristina Morano: de la narrativa, la poesía, el documental, el ensayo… de ninguno en concreto o de todos a la vez? Esa es la primera conclusión: la escritura de Morano es corrosiva, se arrima a […]
Jamás viviré la emisión de ninguna serie de televisión con el “compromiso emocional” con el que disfrutaba de cada capítulo de Expediente X. Fui uno de esos frikis que se sentían especiales colgando en su habitación el póster con una de las frases más paradigmáticas de la posmodernidad: “I Want to Believe”. En ese intervalo entre […]
España nunca decepciona en su tendencia a lo peor: la posibilidad de entender un error como posibilidad de debate y oportunidad de reflexión se resuelve con otro dislate mayor. Y, en el ya celebérrimo y vociferado caso de los titiriteros y su función carnavalesca, el fallo de programación ha sido superado por la histeria atávica […]
Las emociones no solamente hay que tenerlas; también deben ser vividas de la manera adecuada, para que conserven su grado intenso y originalidad. Es lo que sucede con El 8 Club, que consigue algo al alcance de muy pocos restaurantes: lograr una sensación de intimidad que desinhibe toda la estructura emocional de individuo y permite […]
Sinceramente nunca he creído que el tan manoseado “cambio político” renovase el panel de conceptos defendidos, argumentados y discutidos. El margen para las ideas nuevas en política es mínimo -por no decir que inexistente. Pero lo que, sin embargo, sí que esperaba como novedad palpable es un cambio en las actitudes, una nueva forma más […]
Detesto las sumisiones ideológicas, el pensamiento unidimensional, lo políticamente correcto. La disidencia no tiene hogar. Si no está a la intemperie, en cueros, vagando de un lugar para otro, es una estafa. Entre los territorios establecidos y sus patriotismos de pacotilla, una estrecha e inhóspita franja sin identidad: la tierra de nadie.