Una casa que apaga y enciende las luces a tu llegada, que te recibe con tu canción favorita, que te facilita la vida, una casa inteligente… Antiguos sueños. Las películas de ciencia ficción han insistido en colocar dos adelantos en nuestro futuro imaginario: los coches voladores y las casas repletas de tecnología capaces de interactuaractuar con los electrodomésticos. De los coches voladores ya va siendo hora de olvidarse; la casa inteligente está algo más cerca desde que Google anunciara por sorpresa en su convención anual a principios de este mes su Android@home, un protocolo que pone a disposición de los fabricantes de productos para el hogar las herramientas necesarias para hacerlos controlables desde dispositivos Android, ya sean teléfonos móviles o tabletas.
Hasta ahora, las soluciones existentes para realizar una instalación domótica han sido excesivamente caras y han presentado el nada desdeñable riesgo de resultar incompatibles con los nuevos electrodomésitcos y aparatos introducidos en la vivienda con posterioridad.
La idea de Google es un tanto distinta. No se trata de realizar una gran instalación, sino de ir incorporando poco a poco dispositivos compatibles sin que ello suponga un fuerte esfuerzo económico inicial. Con Andorid@home, por ejemplo, llegarán el año que viene unas bombillas que podrán ser apagadas y encendidas desde el teléfono móvil sin necesidad de configurar nada. Enroscar y listo. Todo integrado.
También los equipos de música, los televisores, las impresoras y otros dispositivos podrán ir adaptándose para obedecer a los Android. Aprende, Blade Runner.
El problema es, como siempre, que su éxito o su fracaso depende de la adopción mayoritaria por parte de los fabricantes, y aquí entrarán en juego, como siempre también, demasiados intereses.
En este caso, el mayor rival de Android en su afán por dominarlo todo es Apple, que ya ha iniciado un camino que, alejado del concepto integral presentado por Google, conduce al mismo lugar: manejar dispositivos desde el teléfono o la tableta como si se tratara de un centro de mando.
Apple ya tiene en el mercado las tecnologías Airplay y Airprint que permiten reproducir contenidos de audio y video e imprimir documentos sin cables. Es más, ya están a la venta equipos de música e impresoras compatibles, lo que acerca esa futurista sensación de control sobre los aparatos de casa desde el móvil.
Ante la dificultad de que Google y Apple lleguen a un acuerdo en este sentido es probable que los fabricantes se vean obligados a dar soporte ambas ideas. La cruz de nuestro tiempo: la guerra de estándares.
En todo caso, que un gigante como Google muestre interés por introducirse en el funcionamiento de nuestras viviendas va a suponer un importante impulso a la llegada de las casas inteligentes, aunque en sus garajes, eso sí, no veamos nunca un coche volador.