El mundo del videojuego se aproxima a una nueva revolución. Vendrá de la mano de las gafas de realidad virtual, y todo hace pensar que hay dos productos llamados a marcar el camino: Oculus Rift y Proyect Morpheus.
Oculus al fin ha dado los detalles sobre la llegada al mercado de su apuesta. Las gafas (¿o es más bien un casco?) se venderán en todo el mundo “en el primer cuarto de 2016”.
La empresa ha refinado el diseño del modelo que hasta ahora podían adquirir los desarrolladores. Las ha aligerado y hecho mucho más atractivas, y aparentemente más cómodas.
Las pantallas que se ocuparán de sustituir la realidad a ojos de los usuarios serán dos paneles OLED de altar resolución que ofrecen de forma conjunta 2160×1200 píxeles.
Las gafas, que cuentan con unos auriculares incorporados que se pueden retirar, van acompañadas de un dispositivo que debe ponerse en sobre una superficie estable frente al jugador para ayudar a calibrar los movimientos y mejorar la precisión.
Solo funcionarán inicialmente en ordenadores Windows y sus requerimientos no van a ser modestos:
El soporte para OS X y Linux tendrá que esperar, mientras que los juegos de Xbox One podrán llegar a las gafas a través de la tecnología de streaming de Microsoft. Oculus no ha hecho público el precio con el que saldrán a la venta, aunque se espera que este sea cercano a los 400 euros.
En cuanto a los mandos, las gafas vendrán acompañadas de un mando inalámbrico de Xbox One, aunque Oculus también ha presentado Oculus Touch. Una pareja de mandos que se colocan en las manos y que permitirá manipular objetos y hacer gestos de una forma más natural.
Por su parte, Project Morpheus, la apuesta de Sony para su Play Station 4, saldrá al mercado, según está previsto, en la “primera mitad de 2016”. No parece que vaya a ser un año aburrido.