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Juan José Ríos

La i de innovación

El barbero de … Murcia

Activismo innovador

Como he escrito anteriormente, uno de los retos que me planteé al escribir este blog era el de contribuir a difundir la cultura de la innovación precisamente  en los entornos  menos proclives, por causas distintas,  a abrazar este nuevo paradigma: pymes, micropymes y servicios públicos.

Y decidí convertirme en un activista de la innovación por dos razones fundamentales. La primera de ellas es porque las publicaciones  de los expertos en estas   materias se suelen basar  en casos de éxito de grandes corporaciones privadas. La segunda razón es porque estoy convencido de que si ponemos el foco en los sectores más reacios a la innovación se puede facilitar en gran manera la generalización de la mentalidad de la innovación continua tanto en estos ámbitos como en el resto de sectores.

Innovación pública

En el caso de los servicios públicos se requiere, en mi opinión, un ejercicio serio de cuestionamiento de hechos y actuaciones que se aceptan como naturales e inmutables en este ámbito. Los continuos cambios que la sociedad está experimentando y los graves problemas de sostenibilidad  económica que estamos sufriendo no se pueden afrontar  sólo aplicando un poco de tecnología a los procesos administrativos o con recortes coyunturales en espera de que la crisis se supere.

En definitiva, creo que la sociedad de la innovación continua en la que estamos inmersos demanda reformas valientes, troncales,  del sector público que no se queden sólo en las ramas y que se hagan escuchando al sector privado. Gobiernos como Dinamarca, con su proyecto transversal “Guerra a la burocracia” (Red tape away), Holanda e Inglaterra, que comparten una iniciativa ciudadana antiburocrática, las Kafka brigades, apelan a que los gobiernos escuchen las sugerencias de los usuarios de los servicios públicos para mejorarlos.

¿Y las micropymes qué?

Pasemos ahora al otro extremo. En el caso de las micropymes, como peluquerías, zapaterías, floristerías, pequeños comercios,… me preguntaba ¿cómo pueden innovar?  Un dato: sólo el 20% de las micropymes españolas (empresas de menos de 10 empleados) tienen página web. Y si no la tienen no es debido a su coste, que es muy asequible, sino porque no creen que sea de utilidad para su negocio.

Mi “barbero”

 Ayer, precisamente, fui a cortarme el pelo, y mi peluquero se me quejaba amargamente  de que había sido objeto de una  sanción administrativa motivada por un pequeño error  involuntario y que esto le causaba un gran quebranto económico. Espero que tenga  suerte en sus alegaciones porque es un buen profesional y un empresario modesto pero  serio y responsable que está intentando capear la crisis de la mejor manera posible, como  otros muchos.

Al llegar a casa, y comentar el caso, mi mujer me preguntó si me ocurría alguna forma de  ayudarle. Yo le dije que no era un experto en temas legislativos y mucho menos en tratamientos capilares, pero me quedé con el “reto”: ¿sería yo capaz de aportarle a mi peluquero alguna idea que supusiera un cambio disruptivo  en su negocio tradicional?

Una vez más, San Google hizo milagros. El barbero de Sevilla, ha pasado de ser una peluquería al uso a un espacio de ocio confortable, con zona wifi, tablets, espacios de recreo infantil,…en constante evolución (me encanta este término), con presencia en facebook incluida.

Como recoge ABC “‘Una peluquería sevillana abre de noche con música y copas. Ahora es posible arreglarse el pelo a las doce de la noche a la vez que disfrutas de una sesión de música y bebes una copaSi eres de los que no te arreglas porque cuando sales de trabajar ya no hay nada abierto, ahora estás de suerte (…) la peluquería «El barbero de Sevilla», –en la capital andaluza– abre todos los jueves hasta las doce de la noche para que clientes con horarios difíciles de compaginar puedan también ponerse guapos. Y, al mismo, tomarse una cerveza, escuchar música… Los clientes parecen estar encantados con esta iniciativa puesto que consideran que cada vez es «un poquito más difícil conciliar la vida laboral con el resto de cosas”

Tener las antenas desplegadas para hacer un uso inteligente y adaptado de actuaciones de otros que se pueden aplicar a nuestro negocio. Romper con los esquemas rígidos espacio-temporales y de “tradición de negocio” (siempre se ha hecho así”) es otro de los consejos que se podría dar a las micropymes en general, y a mi peluquero en particular, a ver si se anima a convertirse  en el primer “barbero de Murcia”, con permiso de las señoras que atiende.

 

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Sobre el autor

Si tuviera que definirme en pocas palabras diría que me considero catalizador, promotor de cambios. Dentro de un espíritu inquieto y de sana rebeldía, me gusta definir las actuaciones dentro de un marco que las dote de coherencia. Me importa mucho el entendimiento personal. Mi mundo, hasta los 26 años, se ceñía exclusivamente al ámbito educativo. Estudié Matemáticas y la salida inmediata era la enseñanza. Nunca pensé que podría dedicarme a algo diferente. Me tocó vivir la eclosión de los ordenadores personales de la década de los 80. Empezaron a dotarse los centros educativos de PC ́s. Fui uno de los profesores de Informática de este primera ola. En esta época, junto a un amigo, adquirí mi primer ordenador personal (carísimo) para uso empresarial. Empecé a conocer el mundo de la empresa. En la década de los 90, me cautivó el Informe Bangemann, como marco inspirador de la Sociedad de la Información. De la mano de Juan Bernal, Consejero de Economía y Hacienda, fui Director General de Informática de la Comunidad de Murcia. Fue una etapa apasionante y creativa donde abordamos proyectos como la Red Corporativa de Banda Ancha, la adaptación al euro y el año 2000, la implantación de SAP o la realización de uno de los primeros proyectos de ciudad digital de nuestro país (Ciezanet). Compaginé, durante muchos años, la docencia con el desempeño de puestos de responsabilidad en empresas regionales del sector TIC. En 2009, como profesor, puse en marcha un proyecto innovador cuyo objetivo fundamental era comprometer a los padres en la mejora del rendimiento educativo de sus hijos (proyecto COMPAH). Empecé a familiarizarme con el mundo 2.0 y a emplear estos recursos en mis clases. Como admirador de Morris Kline, soy un amante de las aplicaciones de las Matemáticas al mundo real como elemento motivador de su estudio por parte de los alumnos. Mi primer contacto con las metodologías de la innovación (Design Thinking) se produjo en 2010, de la mano de un consultor, Xavi Camps, que me hizo ver que la creatividad y la innovación son la base de la prosperidad de las organizaciones y que estos atributos se pueden entrenar y perfeccionar. Desde entonces, soy un apasionado de la innovación como concepto transversal. Creo profundamente en la innovación pública. Las instituciones no pueden seguir funcionando casi como en el siglo XIX. Deben transformarse, en el contexto del paradigma de Gobierno Abierto, para convertirse en organizaciones centradas en los ciudadanos, transparentes, sostenibles, eficientes, ligeras y facilitadoras de la actividad empresarial y de la creación de empleo de la mano de iniciativas como el Open Data. Como ciudadano me preocupa especialmente la sostenibilidad de la sanidad pública, y de las pensiones, ahora que voy viendo cada vez más de cerca la edad de la jubilación. No sé contar chistes pero me divierte el humor surrealista y los juegos de palabras, que a menudo sufren familiares y amigos. He trabajado como asesor de innovación en la CARM (2012-2016). Actualmente he vuelto a mis clases en el IES Alfonso X El Sabio, soy Director Adjunto de la Cátedra Internacional de Innovación de la UCAM y participo en un proyecto empresarial.


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