A mis 58 años busco en el calzado confortabilidad y buena relación calidad/precio, por ese orden. Como soy muy clásico para vestir (reconozco que en este aspecto no soy nada innovador, pese a las presiones de mi mujer), no suelo ir a la moda y llevo siempre el mismo tipo de zapato, con cordoneras y sin ellas, y en sólo tres colores: negro, granate y marrón.
Las mujeres, y lo digo con conocimiento de causa porque convivo con tres, suelen ser más sufridas en este aspecto y para ellas la moda es fundamental, sobre todo para las más jóvenes, con sus enormes plataformas y tacones altísimos de punta fina que tienen que combinar con el vestido y el bolso. Mi mujer, que con frecuencia echa en el coche un par de repuesto cuando se pone zapatos de tacón alto, podría evitar esta precaución usándolos de tacón regulable .
Desde el punto de vista de un pequeño comercio, como puede ser una zapatería de barrio, me imagino que no resulta crucial, aunque sí interesante, conocer el estado del arte de un sector cada vez más tecnológico e innovador (y lo dice alguien como yo, que apenas lo conozco): plantillas inteligentes, zapatos inteligentes,… la verdad es que sorprende ver con qué rapidez evoluciona todo y como se integran las diferentes tecnologías (otro día hablaremos del pavimento inteligente).
Una zapatería innovadora permite que se pueda descargar y recortar una plantilla para conocer el número exacto de pié que se gasta. Otro establecimiento que destacaría por su carácter innovador realiza envíos a casa y tiene un sistema de ayuda on line.
Para finalizar, e intentando servir de ayuda, aunque sea modesta, para motivar la innovación en las micropymes de este sector, me permito sugerir algunas ideas que pueden ser diferenciales:
La próxima semana hablaremos de …los despachos inteligentes