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Juan José Ríos

La i de innovación

Liderazgo y megatendencias para 2018

“La inteligencia artificial será más importante para la Humanidad que el descubrimiento del fuego o la electricidad”.

Esta rotunda afirmación es de Sundar Pichai, Director ejecutivo de Google, una compañía, inicialmente de software que no para de reinventarse.

Ahora, para reforzar su apuesta por el hardware, acaba de sumar 2.000 ingenieros a su plantilla, tras adquirir una parte de HTC, el fabricante taiwanés de teléfonos inteligentes.

Convertir lo imposible en realidad es el objetivo fundamental de la X-Factoryla fábrica de innovaciones disruptivas de Google.

Los criterios básicos que rigen esta factoría de  proyectos  especiales, tipo moonshot son altamente motivadores para el equipo multidisciplinar seleccionado por Google con esta misión.

  1. Ninguna idea se descarta, en principio, aunque pudiera rayar la ciencia ficción.
  2. Los proyectos de investigación deben estar orientados a solucionar problemas que afecten a millones de personas.
  3. Tienen que aportar una solución radical, disruptiva, con potencial de revolucionar el mundo, como la del  coche autónomo, por ejemplo.

 

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Obviamente, no todas las empresas tienen el potencial financiero de Google y de otras compañías líderes mundiales, pero conocer sus proyectos, su cultura, sus movimientos, el tipo de gente que componen sus equipos,  su estilo de liderazgo, puede ser de gran utilidad para todas las organizaciones, de cualquier tamaño y sector de actividad.

En un escenario tan cambiante, hoy más que nunca, los directivos  actuales deben sentirse en la obligación de estar atentos a las llamadas megatendencias tecnológicas por los efectos que pueden inducir en la sociedad, y por tanto en sus negocios.

Con este objeto, la Fundación Bankinter ha elaborado un interesante informe sobre modelos de negocio disruptivos basados en los avances tecnológicos que los propician: Inteligencia Artificial, Robótica, Internet de las cosas, los drones, la realidad virtual y aumentada, la impresión 3D y el blockchain.

 Estos nuevos modelos de negocio se clasifican en cuatro grandes apartados:
  • Digitalización corporativa: La transformación digital debe ser un objetivo estratégico transversal que impregne a todos los departamentos y procesos de las empresas desde una óptica innovadora, centrada en los clientes y no en sus procedimientos internos.

 

  • La economía de plataformas: Economía colaborativa (tipo AirBnb -alojamiento entre particulares- o BlaBlaCar -transporte privado compartido).  Economía bajo demanda (como los servicios de comida de restaurantes a domicilio o de microtareas asociadas a las clásicas “chapuzas” caseras).  Economía de acceso, que fomenta el acceso a los bienes frente a su propiedad (tipo coches de uso compartido como  Car2go). Economía gig (trabajo esporádico, en modo freelance)

 

  • El modelo descentralizado: La tecnología Blockchain posibilita las relaciones P2P (de persona a persona) sin intermediarios, con todas las garantías de identidad, privacidad y seguridad en las transacciones. Una auténtica innovación disruptiva de aplicación a múltiples sectores.
  • La economía pop-up y de mercados superfluidos: Las tiendas pop-up suponen una especie de reinvención de la venta ambulante, animada a través de redes sociales. Por otra parte, Internet permite agilizar y propiciar extraordinariamente la realización de negocios, haciendo mucho más fluidos mercados tradicionalmente inaccesibles.

 

La convergencia de tecnologías disruptivas y los nuevos modelos de negocio derivados de su aplicación ofrecen oportunidades para las empresas, las regiones y los países que vayan en vanguardia.

En este contexto, se necesitan líderes diferentes, tanto en el sector público como en el privado, que vayan siempre por delante: “personas humildes y adaptables, que asumen que el cambio es constante; líderes visionarios, que tienen un sentido claro de la dirección a largo y a corto plazo , que siguen con interés las tendencias emergentes, escaneando constantemente ámbitos internos y externos para detectar oportunidades y amenazas; toman decisiones informadas y las ejecutan de forma rápida, a menudo valorando la velocidad sobre la perfección”.

Hoy no basta con ser un buen gestor, ni siquiera con apuntar en la buena dirección, aunque esto ya sería un logro no despreciable. Se necesitan líderes que anticipen el futuro.

Y gobernantes con conocimiento de causa.

 

 

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Sobre el autor

Si tuviera que definirme en pocas palabras diría que me considero catalizador, promotor de cambios. Dentro de un espíritu inquieto y de sana rebeldía, me gusta definir las actuaciones dentro de un marco que las dote de coherencia. Me importa mucho el entendimiento personal. Mi mundo, hasta los 26 años, se ceñía exclusivamente al ámbito educativo. Estudié Matemáticas y la salida inmediata era la enseñanza. Nunca pensé que podría dedicarme a algo diferente. Me tocó vivir la eclosión de los ordenadores personales de la década de los 80. Empezaron a dotarse los centros educativos de PC ́s. Fui uno de los profesores de Informática de este primera ola. En esta época, junto a un amigo, adquirí mi primer ordenador personal (carísimo) para uso empresarial. Empecé a conocer el mundo de la empresa. En la década de los 90, me cautivó el Informe Bangemann, como marco inspirador de la Sociedad de la Información. De la mano de Juan Bernal, Consejero de Economía y Hacienda, fui Director General de Informática de la Comunidad de Murcia. Fue una etapa apasionante y creativa donde abordamos proyectos como la Red Corporativa de Banda Ancha, la adaptación al euro y el año 2000, la implantación de SAP o la realización de uno de los primeros proyectos de ciudad digital de nuestro país (Ciezanet). Compaginé, durante muchos años, la docencia con el desempeño de puestos de responsabilidad en empresas regionales del sector TIC. En 2009, como profesor, puse en marcha un proyecto innovador cuyo objetivo fundamental era comprometer a los padres en la mejora del rendimiento educativo de sus hijos (proyecto COMPAH). Empecé a familiarizarme con el mundo 2.0 y a emplear estos recursos en mis clases. Como admirador de Morris Kline, soy un amante de las aplicaciones de las Matemáticas al mundo real como elemento motivador de su estudio por parte de los alumnos. Mi primer contacto con las metodologías de la innovación (Design Thinking) se produjo en 2010, de la mano de un consultor, Xavi Camps, que me hizo ver que la creatividad y la innovación son la base de la prosperidad de las organizaciones y que estos atributos se pueden entrenar y perfeccionar. Desde entonces, soy un apasionado de la innovación como concepto transversal. Creo profundamente en la innovación pública. Las instituciones no pueden seguir funcionando casi como en el siglo XIX. Deben transformarse, en el contexto del paradigma de Gobierno Abierto, para convertirse en organizaciones centradas en los ciudadanos, transparentes, sostenibles, eficientes, ligeras y facilitadoras de la actividad empresarial y de la creación de empleo de la mano de iniciativas como el Open Data. Como ciudadano me preocupa especialmente la sostenibilidad de la sanidad pública, y de las pensiones, ahora que voy viendo cada vez más de cerca la edad de la jubilación. No sé contar chistes pero me divierte el humor surrealista y los juegos de palabras, que a menudo sufren familiares y amigos. He trabajado como asesor de innovación en la CARM (2012-2016). Actualmente he vuelto a mis clases en el IES Alfonso X El Sabio, soy Director Adjunto de la Cátedra Internacional de Innovación de la UCAM y participo en un proyecto empresarial.


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