Hasta hace poco se consideraba que el ideal femenino de belleza se ajustaba a las medidas 90-60-90. Así comenzaba uno de los posts que vengo publicando con fines divulgativos desde hace hace más de cinco años, a modo de “reclamo” para motivar su lectura.
Despertar interés en la primera frase es un recurso de bloguero amateur que no necesitan utilizar los grandes expertos que me sirven de inspiración, por su propio prestigio y quizá porque suelen dirigirse a un público más técnico.
Parafraseando a Lope de Vega en su famoso metapoema, casi sin querer, estoy ya en el tercer párrafo, así que puedo reiterar que mantener un blog en temas minoritarios y no morir en el intento es una tarea a prueba de perseverantes, máxime cuando no tienes retornos salvo el que te aportan las frías estadísticas, como es mi caso.
Lo peor es sentir la obligación de publicar, sobre todo cuando no se te ocurre nada o no tienes la mínima inspiración, tiempo o ganas.
Ya sé que palos con gusto no duelen, que no me asiste el derecho a quejarme, y que incidir en este asunto no despierta ningún interés, de ahí que me permita este íntimo (y periódico) desahogo en la parte intermedia del artículo.
Me consuela un poco coincidir en mis lamentos con uno de mis expertos de cabecera, Amalio Rey cuando afirma que resulta desalentadora la habitual ausencia de feedback por parte de los lectores de los blogs.
Por cierto, aprovecho para anticipar que contamos con la participación de Amalio en un curso para directivos que lanzaremos a primeros de año desde la Cátedra Internacional de Innovación de la UCAM.
No era mi intención inicial pero quizá este post ha derivado hacia unos derroteros un tanto quejumbrosos porque los fines de año suelen ser momentos de hacer balances, resúmenes, reflexiones y listas de buenos propósitos de cara al ejercicio entrante.
Cumplimentado el apartado de las reflexiones y de los balances, abandono de inmediato el muro de las lamentaciones y entro en la habitual sección de resúmenes anuales seleccionando los posts más leídos durante 2018, dentro de un orden modesto, con el añadido de un artículo que le dediqué al Papa Francisco hace cinco años.
Un innovador de libro: Implantar la cultura de la innovación, el gran reto que ha superado Rafael Juan, presidente de Dulcesol, aplicando grandes dosis de liderazgo y desterrando en parte, no sin dificultades, los arcaicos paradigmas jerárquicos, típicos de la sociedad industrial.
Ideas innovadoras para resolver el problema de la sostenibilidad: El murciano Juanfra Abad fue uno de los 300 innovadores españoles invitados a la cumbre sobre Innovación y Economía Circular celebrada en Madrid, que contó con las intervenciones de 4 Premios Nobel, con Obama como figura estelar, y las de otras personalidades como Cristina Garmendia o Karma Ura, ministro de la Felicidad de Bután, reflexionando sobre la necesidad de innovar para garantizar la sostenibilidad del planeta.
Jaque mate en 7 movimientos: Franc Ponti nos describe cómo en sólo 7 movimientos, cualquier empresa puede dar jaque mate a las inercias decadentes y a las rutinas aburridas que tanto desmotivan a los empleados y que garantizan la obsolescencia acelerada de las organizaciones.
Liderazgo y megatendencias para 2018: Hoy no basta con ser un buen gestor, ni siquiera con apuntar en la buena dirección, aunque esto ya sería un logro no despreciable. Se necesitan líderes que anticipen el futuro. Y gobernantes con conocimiento de causa.
Orquestar la innovación: Las principales competencias asociadas a esta figura directiva transversal emergente que es el Director de Innovación se agruparían en tres grandes bloques: identificación de los retos de innovación de la empresa (tecnológicos, organizativos o comerciales), gestión y financiación de los proyectos que den respuesta a esos retos estratégicos y por último, la explotación de los resultados.
Mentalidad ganadora y visión compartida: En el apartado de buenos propósitos para el 2019, destacaría mi participación en un nuevo plan de impulso y reactivación de un movimiento social que aspira a contribuir a la construcción de una sociedad murciana innovadora en todos los ámbitos. Contamos con todas las personas de buena voluntad.
Y para finalizar, en sintonía con estas fechas, y con la labor evangelizadora que requiere predicar el discurso de la innovación, (espero que no suene irreverente) el prometido post sobre el Papa. ¡¡Felices fiestas para todos¡¡
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