Aunque solemos pensar que todos los animales necesitan un cerebro para vivir ello no es exactamente así, ya que muchas especies no lo tienen y sobreviven. Algunos de ellos, en su lugar tienen grupos de células nerviosas especializadas, ganglios, que pueden ayudarles a llevar a cabo funciones vitales tales como alimentarse, defenderse o reproducirse, pero, en otros casos ni siquiera posee este tipo de células especializadas. Unos ejemplos marinos:
- Anémonas de mar, sin sistema nervioso central pero poseen una red neuronal especializada en la búsqueda de alimentos que los ingiere y expulsa sus residuos a través de los mismos orificios, que funcionan simultáneamente como boca y ano.
- Ascidias, animales filtradores que nacen con un pequeño cerebro y un ojo que pronto desaparecen y se sitúan en los fondos marinos.
- Carabelas portuguesas, que son asociaciones estables de pólipos especializados individualmente en tareas de supervivencia.
- Corales, muy conocidos, aunque los populares arrecifes de corales realmente consisten en la “cáscara” de un coral muerto.
- Erizos de mar, sin cerebro, dotados de unas “puas” externas y que pasan su vida arrastrándose por el suelo del mar en busca de comida.
- Esponjas de mar, desprovistas de cerebro, sistemas digestivos, nervioso o circulatorio, pero disponen de células no especializadas que pueden migrar a través de su cuerpo y convertirse en otros tipos de células específicas que se necesiten en el momento indicado. Otra curiosidad: cuando algo las estimula pueden absorber una gran cantidad de agua y luego contrae su cuerpo y producir un “chorro-estornudo” externo que puede durar hasta 60 minutos.
- Estrellas de mar. Hermosas criaturas descerebradas pero que disponen en sus brazos de ciertas características sensoriales de tacto, vista y olfato.
- Lirios de mar. No tienen cerebro y parecen una colonia de helechos bajo el agua, pero en realidad son animales que se “enraízan” al fondo oceánico, pudiendo vivir a más de 6000 de profundidad.
- Medusas, que no poseen cerebro, pero si una red neuronal entrelazada por todo su cuerpo que les permite detectar la presencia de alimentos, depredadores o posibles compañeros.
- Pepinos de mar, equinodermos, relacionados las estrellas de mar. Carecen de materia gris, pero si se sienten en peligro, son capaces de eviscerarse o sea de eliminar gran parte de sus órganos internos, que vuelven a crecerles con rapidez.
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