Científicos del Massachussets Technological Institute, liderados por el profesor Juejun Hu, han desarrollado un nuevo material denominado vidrio calgogenuro que por sus características de flexibilidad promete iniciar un nuevo abanico de campos como el de la fotónica flexible y otros
Como publicaron anteriormente en la revista Nature Photonics los investigadores han sido capaces de integrar dispositivos de vidrio muy delgados y flexibles en capas alternadas de polímeros blandos y duros. El resultado fue un dispositivo plástico resistente capaz de ser doblado miles de veces sin mostrar fallos en los ensayos de fatiga y con un rendimiento óptico excelente.
Esta estructura tipo sándwich la hace muy flexible y no quebradiza, capaz de absorber las deformaciones mecánicas aplicadas. La capa de vidrio posee alrededor de una micra de espesor o menos mientras que el de los polímeros es de unas decenas de micras. Con el material así obtenido han demostrado su utilidad aplicativa en dispositivos fotónicos flexibles, así como en aisladores ópticos utilizando óxidos magnéticos, sensores espectroscópicos infrarrojos en medio de sustratos transparente a infrarrojos y aplicaciones específicas para mejorar las células fotovoltaicas. Asimismo han desarrollado un interesante procedimiento para utilizar el nuevo material en forma de disolución o realizar nanoimpresiones.
Lo que hace vidrios a los vidrios calcogenuros tan diferentes es que reemplazan el oxígeno en la estructura tradicional de vidrio con “calcógenos”, elementos químicos tales como azufre, selenio y teluro, con composiciones químicas muy variadas que producen diferentes propiedades, que potencialmente permitirán una gran cantidad de aplicaciones comerciales.
Tras su éxito en el desarrollo de un sensor espectroscópico infrarrojo medio que puede detectar productos químicos con un alto rendimiento. Su objetivo actual es reemplazar los espectrómetros de sobremesa con un sistema que puede ser integrado en un pequeño chip de silicio.
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