Era el titular que en la noche del martes pronunciaba Aznar en la entrevista de Antena3, mientras sus palabras transmitían un sentimiento de derrota, como el de aquellos que como él vencieron y ya gobernaron, y ahora viendo lo que se cuece quieren volver al camino andado. Una nueva mecha enciende las barbas de Rajoy que, erre que erre sigue manteniendo el tipo y apoyando a los suyos, por encima de lo que diga la calle, los ciudadanos hinchados de aguante y mucho más la de aquellos profesionales que saben que un país tiene que cuidar con acierto algunos servicios básicos como son la educación y la sanidad.
En este sentido, no viene mal que el sentimiento del expresidente, supuestamente el mentor del actual responsable de los designios de millones de ciudadanos se exprese de forma inesperada, con un eco de denuncia. Este hecho paradójico es el botón de muestra de que hasta los propios del partido y no sólo los ajenos critican y ponen en evidencia lo que se hace y se decide desde las alturas, una nueva variable que entra en un juego peligroso. Y, en este sentido, ejemplificando el discurso a la relación con lo educativo y concretamente aplicado a la LOMCE me detendré en comentar algunas sensaciones que tengo y que me cuestionan.
La primera es que Wert, después de ver lo que ha pasado, se sale con la suya, lo vimos en la presentación oficial ante el Consejo de ministros del pasado viernes, a tan sólo una semana de la manifestación del 9 de mayo y nos recuerda aquello que dijo: “Soy como un toro bravo. Me crezco en el castigo”, una afirmación que pronunció cuando montó aquello de españolear, o españolizar ante los catalanes y en otros envites que ha llevado ante la opinión pública, en el Congreso y en el Senado …pero no pasa nada, este personaje no flaquea sigue duro y tajante, radical, nada tolerante y victorioso, manifestando su poder con verbo ajustado a tiempos y a decires que convencen a pocos, pero sigue interpretando su papel a las órdenes de lo que le mandan.
La segunda, como se siente respaldado y no lo disimula, el ministro acepta ser francotirador sin pestañear y gozando de la complicidad manifiesta, como pudimos comprobar en la rueda de prensa de la pasada semana, de la risueña ministra María Soraya Sáenz de Santamaría que como presunta implicada en esta venta del producto, muy en su papel y haciendo un guiño al adversario en formas y fondos, mantuvo con su tesón la actuación, todo estaba sobre el escenario muy medido, aparentando la victoria y el haberse salido con la suya, sin lugar a dudas.
Y la tercera, pese a la multitud de críticas y presiones, este es el inicio del trámite de una polémica ley que, como dijo Wert, no tiene ningún problema para salir adelante, será por votos, lo demás no importa y digo yo ¿aunque salga votada por mayoría tendrá tiempo para ser implantada? Sin duda habrá que resignarse.
/ Acuse de recibo/ 23-5-13/Javier Ballesta / Twitter @javier_ballesta