La marcha del consejero Sotoca de sus responsabilidades en Educación, Formación y Empleo al dejar el cargo por motivos personales, tiene variadas lecturas que pudieran resumirse en aquella imagen que se tiene de “cuando los problemas crecen y sin parar, el vaso se colma y se derrama el agua…” una realidad muy comprensible que puede dar lugar a querer bajarse en la próxima, o si es posible mejor antes de que se llegue al final del trayecto y, más aún si ese final es tan incierto. Por ello dejar el cargo, apearse en pleno trayecto es algo que le puede pasar al mejor de los políticos gestores porque con la que está cayendo la tarea es dificultosa y no está todo en querer, también y mucho en poder. De ahí que la dimisión del exconsejero ha precipitado con celeridad la búsqueda de un candidato de repuesto para ese puesto que siga tirando del carro, haciendo todo lo que pueda por seguir al frente de una consejería macro y problemática, por lo que hemos visto en los últimos años, donde como se ha comprobado la gestión viene a ser un punto de mira permanente de las críticas más visibles contra los efectos de la crisis y el tijeretazo, en el que los ajustes presupuestarios y la toma de decisiones salomónicas que no han sido del gusto de muchos docentes de la red de centros públicos.
Ahora, con la entrada de Pedro Antonio Sánchez todo está por ver, porque aunque sea un buen “delfín” del presidente al que se le estaba proyectando su ascenso, sin embargo este adelanto intencionado le obligará a pasar la “ prueba del algodón” donde tendrá que hincarle el diente a este duro hueso difícil de roer donde tendrá que dirigir una consejería cargada de trajines y además se le suma la parte de Universidades, un añadido coherente de estar en esta consejería que nunca tendría que haber sido separada de Educación, pero sin lugar a dudas más faena para este nuevo consejero que tendrá que asumir a partir de ahora un departamento con cerca de 20.000 profesores de Primaria y Secundaria, al menos otros 2.000 más de las universidades públicas y el personal del Servicio de Empleo y Formación (SEF). Ayer, en la toma de posesión el presidente Valcárcel, se lo dijo con aquello de “la que te ha caído encima”, en alusión al importante departamento, tanto en dimensiones como en trascendencia pública, que deberá dirigir.
Nadie duda del empeño de este político conocedor de diferentes cargos previos y que de muy joven ocupa cargos de confianza y responsabilidad y al que se le tiene previsto mucho más; sin embargo hubiera sido deseable para muchos que lo profesional se hubiera impuesto como criterio para llevar esta consejería. Por lo que se ve seguimos con más de lo mismo, lo importante no es saber ni mucho, ni poco, del tema, lo fundamental es gestionar y…obedecer, lo demás al parecer se da por añadidura.
Acuse de recibo/ 25-7-2013 /Twitter: @javier_ballesta