Hace tiempo que dejamos la buena costumbre de enviar tarjetas de felicitación navideña de puño y letra, con sobre y sello del estanco, escritas con caligrafía propia, al amparo de la noche y en las vísperas de la Nochebuena. En ellas, con sus más o menos se deseaban buenos deseos, felices navidades, fiestas y el próspero Año nuevo con las típicas postales de dibujantes que nos envolvían en un escenario de nieve, pueblos perdidos, estrellas y cielo con firmamento, árboles de regalos, abetos y portales de Belén de mil formas.
Ahora, sin embargo, la costumbre de felicitar la navidad se deja en manos de otros canales que utilizamos y de otras nuevas tecnologías mucho más visuales e interactivas que tienen la facilidad de generar sentimientos, afectos y compartir mensajes que no tienen nada que ver con aquellos que decíamos, aunque algunos sigan el enfoque protocolario y mantengan aquello de asociar la ¡Feliz Navidad¡ con los prósperos deseos, o mejores, como es el caso de los príncipes de Asturias y las infantas que posando delante de un cuadro de la infanta Margarita, expuesto en el Museo del Prado, nos quieren transmitir ánimo y esperanza para el Año Nuevo 2014, ahí va eso para el que lo quiera coger, con sus más y sus menos, se agradece el mensaje. Además los vídeos de la tele nos ponen en la antesala de lo que toca, también nos recuerdan más de lo mismo, siempre fue así, como el anuncio de la lotería, por cierto el calvo desapareció y todo su poder lumínico y brillante, simbólico , representante de un modo de aparición sorprendente ha sido mutado por ese combinado añejo que no deja de recordarnos un pasado, para algunos con ciertos tintes pastosos, muy a lo rafaeliano con su cierre (na,na,na,na,na…na-na-na¡) que no tienen nada que ver con aquel vuelve, a casa vuelve del Almendro, tan genuino, aunque ya un poco cansino.
Sin embargo, cada vez más están apareciendo nuevos vídeos, con nuevas ideas, mucho más sociales, más de ahora. Por ejemplo, la nueva campaña de Campofrío con su spot “Hazte extranjero”, donde vemos cómo Chus Lampreave recorre un mercadillo de nacionalidades en busca del país perfecto. El mensaje de los creadores de esta idea nos recuerdan que, aunque hay motivos para romper con todo, seguimos siendo capaces de disfrutar de la vida. En las redes sociales esta semana ha sido muy comentado y un día después de su estreno en internet, el anuncio dirigido por Icíar Bollaín ha superado las 600.000 visualizaciones en Youtube. El anunciodefiende que uno puede irse, pero no hacerse, por aquello de no renunciar a la manera de sentir, de ser, de quedarnos con lo propio. En unos días, lo veremos en todos los medios, como una manera de felicitar.
A mi manera también, me uno a estos sentimientos para desearos felicidad– la justa- y que el Año nuevo sea mejor, mucho mejor para todos.
jueves, 19 de diciembre, 2013 / Acuse de recibo/ Javier Ballest / Twitter:@javier_ballesta