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Javier Ballesta

Acuse de recibo

¡Menudas vacaciones!

 Ahora que viene el final de curso y las escuelas se quedan vacías de escolares, una vez más  se oyen las voces críticas de muchos ciudadanos que  no ven con buenos ojos que se inicien ya, de repente y sin más espera esas vacaciones que llaman a la puerta, sin previo aviso, dejándose  caer de forma forzada, porque tocan ya, como las hojas del calendario que tachamos sin contemplación. Una año más, llega el final de la cosecha, la  historia se repite, los comentarios – de nuevo  se oyen en la calle- afloran en esos decires espontáneos ,  porque muchos siguen pensando que cerrar las escuelas y dar vacaciones se convierte en un problema más, de conciliación y de horarios, de sacar la dedicación a esos chicos y chicas que, en especial en infantil y primaria, menos en secundaria, pasan de un día a otro a estar fuera de órbita, de ese horario preestablecido y ahora se quedan en la casa, con otros que cuidan de ellos mientras sus padres siguen trabajando, algunos siguen en actividades, escuelas de verano en ayuntamientos, empresas que se dedican a ellos; otros y muchos están en la calle, entre la tele y la consola matando el tiempo….

Y es que las vacaciones, para muchos las denominadas escolares son un rompedero de cabeza y la culpa siempre a los maestros que son los que reciben las bofetadas, los torpedos desde la trinchera. Leo un artículo de Jórdi Evole, el de “Salvados” en un diario donde es columnista y  no me lo esperaba lo que dice: “Será porque han llegado las vacaciones escolares, pero no me quito de la cabeza a los maestros. Qué importantes son”, lanzar una apuesta por los profesionales del oficio, sin caer en los tópicos de siempre sobre las vacaciones de los maestros, un auténtico ataque que los infravalora hace que  como el mismo Évole afirme: “Son muy visibles las vacaciones de un maestro pero, en cambio, es invisible su horario de trabajo. «El director de un colegio puede saber cuántas horas está el profesor en el aula, pero no cuántas horas dedica en su casa a preparar las clases», afirma Julio Carabaña, catedrático de Sociología de la Educación. Pero eso no lo tenemos en cuenta cuando criticamos a los maestros. Hemos llegado a la conclusión de que no pegan golpe. Y ellos lo saben. Se sienten poco valorados. No lo digo yo, lo dice una encuesta del sindicato ANPE a 10.000 docentes.

Un eterno problema sin resolver, el de las vacaciones y la poca estima a esos docentes que se entregan a un oficio difícil, complejo,  poco valorado  y que siguen siendo crítica continua en la boca de madres y padres cuando hacen cola en el súper, en el jardín o en las plazas donde hay corrillos que despellejan sin piedad a esos hombres y mujeres que durante muchos meses tienen que poner en solfa a hijos exigentes que cada vez están más desmotivados, desorientados, ensimismados  y a los que tienen que enseñar, educar, corregir, hacer en la mayoría de las veces,  el tres, cuatro o cinco por uno, más allá de sus funciones ¡ qué pena me da escuchar la misma cantinela de siempre y ahora aún más, porque la sintonía de la crisis nos hace estar a todos mucho más nerviosos y culpabilizamos aún más a aquellos que están cerca, al lado, aunque callen y anden también cabizbajos ¡ Menudas vacaciones !

 

 

El blog de Javier Ballesta

Sobre el autor

Articulista de Opinión del diario La Verdad. Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Murcia. @javier_ballesta


junio 2014
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