Tuvo que cumplir años Mario Vargas Llosa y en pleno seminario organizado en la Casa de América sobre cultura, ideas y libertad para que circularan  una vez más  nuevas o viejas ideas que salen de la boca de esos libre pensadores, de aquellos que se fueron y aparecen de vez en cuando, se suben a la tarima y tiran a la diana; una práctica bastante usual de algunos que no se resisten a callar y pasar página, dejar hacer o que los otros hagan. Me refiero al ex presidente Aznar que aprovechó el encuentro con el literato, para –como diría aquel en tono figurado- vender sus ideas, en este caso sus deseos, con la finalidad imagino de aliñar la ensalada multicolor de confusiones que padecemos en los últimos cien días de esta larga espera, cansina y plomiza, en busca de un Gobierno para este país invertebrado que sigue soñando despierto en un cambio que está por llegar, aunque nadie sabe a estas horas, el final de la jugada.

Y decía que la tentación de los que se fueron es apuntar y dar un toque,  en este caso ha sido con  aquello de “necesitamos nuevos liderazgos capaces de ejercer una tracción a la altura de los desafíos que tenemos”, palabras densas para un introito inacabado, en paréntesis permanente, dirigido a un no se sabe muy bien si generalizando a los presidentes latinoamericanos, a todos los políticos, en especial a los novísimos que tienen hambre por coger el sillón, o al presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy presente en el encuentro, aunque distante. Pese a que se celebraba el aniversario del Nobel latinoamericano, lo cierto es que la expectación por el encuentro entre Aznar y Rajoy era muy alta.

La última vez que ambos populares coincidieron fue en el Comité Ejecutivo del pasado mes de diciembre, un día después de la  bajada electoral en la que el PP perdió 3,6 millones de votos y en la que se apuntó la necesidad de regenerar el partido cuanto antes, por lo que  Aznar pidió un congreso abierto  aunque  añadió que no pensaba presentarse. Lo cierto y verdad es que todo se ha complicado, la regeneración es una asignatura urgente y el tiempo perdido está pasando factura.

En  los últimas semanas la redundancia informativa sobre lo que dicen los políticos de turno está rayando la paciencia de muchos ciudadanos que vivimos ajenos a estas luchas, que estamos en nuestras ocupaciones, mientras observamos la cantidad de fuerzas e ilusiones que se están dejando a un lado…No es justo que estemos inmersos en esta nebulosa, sin saber quién gobernará, al arbitrio de lo que diga Iglesias, Sánchez,  Rivera, Rajoy y los segundos de abordo que no paran de disparar. No creo que necesitemos más voces que nos lideren, mejor sería resolver cuanto antes los grandes desafíos comunes que nos acechan y que ya están pasando factura, a ver si acaba pronto este espectáculo.