Quienes tuvimos la suerte de conocer a Pedro Soler sabemos que no era amante de vanaglorias, ni de alabanzas; más bien se alejaba de todo aquello que otros muchos buscaban y, sin embargo, él prefería seguir su camino con sencillez, realizando sus tareas literarias y periodísticas con esmero y exigencia, dedicándose con gran intensidad, tras su jubilación como periodista en el diario La Verdad donde desarrolló una gran labor como Jefe de Redacción durante muchos años.
En estos momentos, en el que muchos han escrito con cercanía, lo han dibujado como era y lo que significó, es el momento de compartir las vivencias y los sentimientos de aquellos que tuvimos la gran suerte de conocerlo, entre los que me encuentro, y al que le profesamos un gran respeto y admiración.
Pedro Soler tenía autoridad y liderazgo, era respetado y su “genio y figura” incuestionable; además de poseer un gancho particular y personal en sus artículos, en especial aquellos de opinión donde siempre iba de frente y sin careta. He de reconocer que sus columnas no pasaban de largo.
A Pedro lo conocí en la Redacción de ronda de Levante, hace ya una montonera de años; después nos seguimos encontrando en eventos y saludándonos por las calles y plazas de Murcia, donde su sentido del humor se hacía notar cuando siempre que pasaba algún tiempo que no nos veíamos me espetaba, con cierto asombro, aquello de ¿hombre, pues sigues vivo aún …? Un cruce de sentimientos que manifestaba un cariñoso afecto al encontrarnos.
El recuerdo siempre nos trae momentos e impresiones que permanecen en la memoria en la que aparecen gestos, miradas y palabras combinadas a golpes de corazón que van dejando el poso del aprecio y el reconocimiento del valor de las personas.
En este otoño radiante, de luz clara y brillante, nos deja Pedro Soler, un hombre con un gran corazón, maestro para muchos periodistas y de otros que tuvimos la gran suerte de conocerle y saber lo mucho que valía. Supo poner pasión y encanto a las palabras y nos enseñó el valor del trabajo bien hecho y seguir adelante, siempre adelante.