Cuando conocimos la triste noticia del asesinato de la joven Laura, todos nos indignamos ante este nuevo crimen machista. Una mujer más que se suma a una ya larga lista de víctimas de este terrorismo que no cesa, un grave problema que tiene este país y que nadie lo resuelve, mientras seguimos debatiendo sobre el bien y el mal de las leyes, de las medidas a tomar y de las políticas que se enquistan sin falta de acuerdos que resuelvan el problema.

Las redes sociales, una vez más, se llenaron de testimonios y adhesiones a esta lucha para denunciar el acoso, la violencia y el asesinato de esta joven. La rabia y el dolor de los testimonios de muchos se levantaron contra el machismo imparable que sufrimos.

La historia de la profesora Laura Luelmo, como la de muchas jóvenes que llegan a su primer destino, estaba llena de proyectos, ilusiones, con toda la vida por delante en busca de ser ella, de dar más, de encontrar y de entregarse a tope en toda su tarea docente. La joven Laura se había mudado a la localidad de El Campillo, en Huelva, hacía apenas diez días para cubrir una vacante como profesora interina de educación plástica en el instituto Vázquez Díaz de Nerva, donde se incorporó el pasado 4 de diciembre, iniciando su andadura en la enseñanza pública, como primer destino al haber conseguido aprobar sin plaza las últimas oposiciones.

Laura aceptó marcharse a más de quinientos kilómetros de distancia de su ciudad, Zamora, donde también estuvo trabajando como docente de un centro concertado, para conseguir trabajo en la bolsa de empleo de docentes de Andalucía. Había reorientado su actividad profesional dejando el diseño y la ilustración para abrirse hueco en la enseñanza, como docente de Educación Secundaria.

En plena juventud, con 26 años, Laura era una mujer alegre, estudiosa y bien formada a quien no importó viajar para saber más y especializarse. Tras sus estudios de Bellas Artes en Salamanca, pasó por Madrid cursando un máster de diseño, y por Valencia para estudiar un máster para especializarse como profesora de Secundaria y Bachillerato en dibujo, comprometida con la lucha, comprometida con la igualdad y contra la violencia machista. En su perfil de Twitter, con motivo del 8-M, colgó una ilustración suya con el lema: ‘Tu proyecto eres tú’.

La historia se repite, la violencia sobre las mujeres se ha convertido en uno de los principales problemas que tiene este país. No hay derecho a que las mujeres tengan que ir agazapadas, escondidas y con miedo entre sus huesos, porque la fiera anda suelta y nadie frena a estos asesinos que siguen a sus víctimas.Esta tragedia de nuevo nos recuerda que hay que seguir combatiendo esta lacra que nos está matando, porque todos somos Laura.