Ya es habitual encontrarnos situaciones donde el personal silencia y no quiere mojarse. Este tipo de comportamiento es fácilmente observable en determinadas esferas donde el poder ejerce su influencia y donde el no procede, por aquello de ser políticamente correcto se lleva a las últimas. Me refiero al hecho reciente de las declaraciones del hijo de Pujol, donde le tiraba a los socialistas y a la estrategia del president Montilla y se le vio el plumero al querer ejemplificar diciendo, en la cadena TV3, que convertiría Cataluña en una gran Murcia con ese modelo federalista que defienden(sic)… , ¡Ahí va eso¡ Al parecer una comparación negativa y con tintes discriminatorios sobre Murcia, una región del sureste uniprovincial , de poca monta, que se encuentra al lado de Albacete, Almería y Alicante. Hay que hacer un curso, para explicarle a muchos dónde se encuentra y decirles que está cerca de Valencia, más hacia abajo, pero que no es Mojácar, ni Benidorm…pero que cuando se llega hay muy buena gastronomía, hospitalidad, buen clima y sobre todo muy buena gente….Una región, como muchos sabemos con el gran hándicap de no estar en el ranking de las comunidades deseadas y apetecibles para inversiones en comunicaciones, ni recibe grandes afectos, ni destacamientos, sino todo lo contrario, para algunos mediocres sigue siendo ejemplo de desprecio, indiferencia y lapidación verbal. Para los ciudadanos de esta Región y de otras limítrofes es un insulto y no sólo desprecio, sino porque no se reconoce que Cataluña es, además de por el ingenio propio del catalán, ha llegado a ser por la gran mano de obra de muchos murcianos y andaluces que fueron peones y se dejaron la vida en sus fábricas. De esto, el amigo Oriol no tiene ni idea.
A los señoritos nacionalistas les preocupa lo suyo y el dinero, se alían con los que le den dinero, ese su objetivo. Todo lo demás le sobra, por ello el hijo de Pujol metió la mecha, para darle caña a Montilla, en vista de las nuevas elecciones que vienen para más allá de noviembre y que hay que empezar con el calentamiento.
Sin embargo, lo que me ofende en estas declaraciones es cómo los representantes de Convergencia i Unió callan y, a la vez, cómo no se ha establecido desde esta Región una respuesta mediática, bien orquestada y con contenido para explicar nuestro modelo regional ante los medios nacionales, más allá del gran esfuerzo y despliegue informativo que ha realizado este periódico. No hay que callar, hay que dar un toque donde proceda. ¿Qué hubiese pasado si Valcárcel, Camps, o el mismo Barreda hubieran descalificado el modelo catalanista? Sin duda, la respuesta mediática hubiera sido rápida y en medios nacionales, más allá de regionales o de redes sociales. Hubiéramos visto alzar la voz de un Artur Mas, hasta la del sigiloso Montilla y, con suerte quizás, la de Durán i Lleida que anda silencioso. Hubieran encontrado un gran motivo para tirar fuerte para casa, como debe ser.