Ya estamos de vuelta, de inicio, con ese volver a empezar que en muchas ocasiones es seguir con más de lo mismo, sin cambios a mejor, con los problemas de siempre y algunos más que se suman como añadidos. La vuelta es sin duda beneficiosa para todos, pero nadie cuestiona que siempre es cansina y que cuesta, porque volver es seguir con las rutinas, los esquemas, los horarios, las entradas y salidas, la vuelta al redil, a los tiempos prefijados y a los calendarios, a las nuevas normativas, a ese modo diseñado de seguir el protocolo apropiado a la faena, al oficio. Sin duda cuesta volver a todos, en especial a esos escolares que dejaron las aulas con calor a finales de junio y ahora, de nuevo, tienen que sudar la gota gorda en centros obsoletos que no tienen climatización y soportan las altas temperaturas de este inicio prematuro que ha generado una quemazón en los sufridores docentes que tiran del carro y en los alumnos que se suben a él, en unas condiciones nada acordes con los tiempos actuales.
El calor en las aulas se hace insoportable y los aparatos escasos de aire acondicionado dejan de funcionar por la falta de capacidad de las instalaciones eléctricas de los centros. ¿Se imaginan que los despachos, oficinas, centros comerciales, hospitales y otras instituciones funcionaran sin climatización? La escuela y los institutos no tienen el mismo tratamiento, están mal dotados y siguen ahí, en dique seco, entre palicos y cañicas capeando el temporal…
Junto a ello, este septiembre el inicio del curso escolar, el primero de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad educativa (LOMCE) difiere más de una semana según el lugar, por ejemplo en Murcia fue el pasado lunes, sin embargo Extremadura y Baleares lo harán este viernes, Cataluña a partir del lunes 15 y es que las diferencias entre las comunidades autónomas llegan a los doce días, me parece excesivo y desigual ese tratamiento en doble sentido. Por un lado aquellas que son tempraneras, como Valencia- el pasado 3- y Murcia, debería repensar si tiene las condiciones mínimas o máximas, según se quiera, pero sobre todo por los grados que son los que mandan y condicionan, por ello deberían pensarse muy bien si es mejor empezar así, o mejor esperar alguna semana y abordar como otras un inicio más racional, esperar a la segunda quincena es siempre una garantía de temperaturas más suaves. Creo que los calendarios hay que revisarlos y adecuarlos a las necesidades concretas de cada comunidad, más vale arrancar con mejores condiciones, como dice el refrán “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
Y es que los recortes son la causa directa de toda esta falta de lógica que determina este año la vuelta del “ más por menos”, en todos los frentes y con una ansiedad generada por la implantación de una nueva ley impuesta a toda prisa, con nuevas normas, novedades, a toque de silbato, sin tiempo ni formación….mal empezamos.