El Ministerio de Educación va a duplicar este año los fondos destinados a reforzar en todas las autonomías los programas de lucha contra el fracaso escolar y las ayudas para facilitar la compra de material escolar a las familias más desfavorecidas.
Esta subida viene motivada por el acuerdo de investidura comprometido con Ciudadanos que, con su presión, pide al Gobierno que en un plazo de seis meses pueda resolver muchas lagunas que existen, para que el pacto de educación no sea una promesa.
Esperemos que sea así, porque la experiencia acumulada del PP en solitario, con el gran rechazo social a su ley educativa, le ha llevado a plantearse en esta nueva legislatura retomar viejos problemas aún sin resolver e intentar buscar soluciones, como bajar las cifras de abandono temprano y reducir el número de aquellos que se quedan repitiendo cursos.
Si bien es cierto que España terminó en 2016, marcando un récord histórico, por debajo del 19% y el objetivo, según el ministro de Educación, Inigo Méndez de Vigo es llegar al 15% para 2020, lo cierto es que tenemos un 30 % de repetidores, es el segundo país europeo con más alumnos que han repetido al menos un curso de Primaria o Secundaria, solo superado por Bélgica. Nuestra tasa duplica la media de los países de la OCDE, que es del 13 %.
En cualquier caso, las cantidades que el Gobierno destinará este curso a la detección temprana del retraso escolar y a la ayuda a los niños y jóvenes con mayores dificultades de aprendizaje es simbólico si se tiene en cuenta que España encabeza las ratios de fracaso de los sistemas educativos europeos y de los países de la OCDE.
Los jóvenes que no vuelven a estudiar tras superar la edad de escolarización obligatoria son casi el doble de la media europea y, además, la mitad de ellos no llega ni a titularse en ESO.
De igual manera, y es altamente preocupante ese abandono sigue en alza en la Región de Murcia, donde la tasa de abandono escolar de los estudiantes representa el segundo peor porcentaje de toda España, con un 26,4% de jóvenes entre 18 y 24 años que no tiene título de Bachillerato, ni FP y además, no han realizado cursos de formación durante las últimas cuatro semanas.
Los datos de la Región resultan alarmantes por su evolución negativa y contraria a la tendencia nacional: mientras la media española ha ido en descenso desde 2008, aquí en en los dos últimos años han supuesto un retroceso.
Los registros de los dos últimos años han supuesto una vuelta atrás, al conocer que uno de cada cuatro jóvenes murcianos carece de formación más allá de Secundaria, aunque el país ha logrado remontar y la bajada de la tasa ha sido manifiesta.
Una vez más estamos en el furgón de cola, urge una respuesta rápida ante estos malos resultados y reconocer que hay que tomar medidas si queremos salir del agujero.