Ya reiniciados en esa vuelta que nos trae el nuevo año, desde este rincón que me dejan en el periódico- por cierto hace algunas semanas que ya les echaba en falta- quisiera en primer lugar felicitarles este 2013 y desearles mucha esperanza que este años sea mejor que el anterior, aunque no hace falta que sea demasiado, bastaría con un gesto de mejoría, es suficiente…Y es que, con la que está cayendo, todo se complica y se revuelve, se tuercen los planes, se difuminan los sentimientos, los valores, los sentires y los pareceres. Los hay que siguen consignas claras y luminosas, inspiradas en creencias tradicionales, mientras otros piensan que hay que hacer odios sordos y tirarse por los pedregales, sin rumbo o con la mirada en los tormentosos rugidos de la noche.
Algunos siguen escuchando, se dejan llevar por lo que les cuentan, les orientan o simplemente toman nota y callan, ante el vendaval y el laberinto que nos rodea… en estos momentos me viene a la memoria, aquello de lo generacional y no lo digo, porque TVE se empeñara en meternos por los ojos el programa de la generación del Rey aunque más bien, dicen que fue una de las ocurrencias del incombustible Jesús Hermida ¿lo vieron?…Yo no, aunque si he leído algunas referencias a la entrevista, por cierto, bastante light y descafeinada por no entrar en fondos ocultos, era previsible…Una oportunidad, se mire como sea, para darle bastante betún a nuestro monarca, tras su reincorporación a la arena pública , para contrarrestar el malestar del yerno que tanto le ha salpicado…¡que personaje generacional¡, como otros muchos que se han enriquecido por el rostro y sin vergüenza, al parecer un hecho que se ha convertido en todo un símbolo de una generación de caras duras entre los que se cuentan famosos, políticos, cantantes, deportistas y muchos hijos de vecina que lograron alcanzar el cielo robando a diestro y siniestro…
Sin embargo la otra noche ya se encargó la tele de darnos una dosis de moralina, para valorar a los añejos, los maduros o mayores, no diré los dorados, los de la generación del Rey, aquellos que tuvieron que sufrir, trabajar duro y dejarnos una herencia para los que luego seguimos …y al parecer, aunque muchos no somos monárquicos, no estaría nada mal que de vez en cuando, se cuente aquello de dónde venimos, qué hacemos y hacia adónde vamos…y aquí la veteranía sí es un grado; al igual que conviene transmitir el respeto y aprender de los que nos preceden, los que van delante y han pasado antes por los senderos y caminos, entre piedras, hojarascas y tropezaron con algún pedrusco…es bueno saber aquello de cuentamé cómo paso, para aguantar el chaparrón, para aprender a verlas venir, de lejos o de cerca, pero con temple, no está nada mal que esto se valore y se difunda entre la ignorancia de muchos que no saben, ni contestan, pero que sí son atrevidos y ambiciosos, muy ambiciosos ¿o no?
/Acuse de recibo/ Twitter @javier_ballesta