Llega la tragedia, y todo el mundo quiere culpables, un rostro, una identidad, un nombre de una empresa, algo físico, tangible, algo golpeable, algo real sobre lo que volcar el ácido de la tristeza.
No pensaba decir nada sobre el accidente del vuelo JK 5022 de Spanair en Barajas, principalmente porque creo que ya se han dicho demasiadas cosas, pero quiero compartir con vosotros un buen motivo para mantener la boca cerrada respecto a este tema de aquí a que concluya la investigación. Se trata de las circunstancias que rodearon al único accidente que sufrió el Concorde durante su vida comercial. Creo que puede ser muy ilustrativo.
Rememoremos:
Vuelo 4590 de Air France. El avión lleva 109 personas a bordo. Antes de despegar, se informa al capitán de que hay un problema en el motor 2 del ala izquierda. El personal de tierra repara el motor y el Concorde se dirige a la pista para despegar. Cuando despega los motores del ala izquierda se incendian y el avión se estrella contra un hotel a 16 kilómetros de París.
Mueren las 109 personas de a bordo y cuatro personas más que estaban en el hotel.
La conclusión parece fácil, pero la historia no dice lo mismo.
Pegaré un fragmento de la Wikipedia que explica lo que realmente pasó de forma bastante clara:
“Cinco minutos antes de que el avión despegara, un DC-10 de Continental Airlines despegó en la misma pista. En el proceso, un trozo de metal de 43 cm de largo de su motor izquierdo se desprendió y cayó en la pista. Cuando el Concorde aceleró hasta 325 km/h, una de sus llantas golpeó el trozo de metal. La llanta explotó y arrojó un pedazo de hule de 4,5 kg que golpeó con una fuerza de una tonelada el ala. Las alas del avión solo están diseñadas para resistir un golpe de un objeto de 1 kg a 300 km/h (300 kg-fuerza).
El golpe creó una onda expansiva en el ala, lo que abrió una tapa de combustible, y esto hizo que el combustible saliera. Éste se derramó en los motores izquierdos causando la pérdida de potencia que observó el capitán.
Otro desecho de neumático cortó los cables del tren de aterrizaje izquierdo trabándolo. Los cables crearon chispas que encendieron el combustible en los motores. Comenzó el incendio, como el piloto no podía abortar el despegue, intento dar la vuelta a una pista cercana, pero el incendio de más de 1000 °C empezó a fundir los soportes del ala y finalmente colapsó.”
El accidente de Barajas está envuelto en mucha confusión, pero sólo sabremos lo ocurrido cuando haya concluido la investigación. Hasta entonces, lo importante es guardar el máximo respeto por los que la llevan a cabo.
Desgraciadamente, algún medio ya se ha pasado por la piedra este precepto.