Cuidado con ilusionarse
Tras años tentándome en la cabeza, me atrevo a volver sobre “Tierras de penumbra” (1993), lo mejor del cineasta sir Richard Attenborough y con la que, en su día, nos secamos las inevitables lágrimas en la pechera del acomodador. No tengo bastante presencia de ánimo para reincidir con, por ejemplo, “Los puentes de Madison” de […]