Oigo en las emisoras de radio a un señor con acento murcianico que quiere comprar una pirámide de Egipto o un tango de Argentina. El ‘pollo’ se afana por explicar que, qué más da, sólo un poquito de pirámide o de tango por favor, que en esos países tienen de sobra ambas cosas. Su interlocutor alucina y lo trata como a un orate. Lógicamente se trata de un anuncio que termina diciendo: Región de Murcia, No typical.
¿Pero qué imagen de la Región está vendiendo realmente la Consejería de Cultura? ¿Alguien entiende a estas alturas el parto intelectual en torno a Vladimir Karabatic y compañía? ¿Cuál es la rentabilidad de esta campaña? Ustedes dirán. Puestos a ser modernos, este plan pudo tener algún poso de novedad o de transgresión cuando se inició, pero creo que esa frescura y provocación se está perdiendo a chorros. Puede que algunos no hayamos entendido nunca la esencia del No typical, que se nos haya escapado su rollo cool y no estemos a la altura del siglo. Que nos lo expliquen otra vez, por favor.