Se han realizado unos cuantos balances del Programa Agua impulsado en 2004 por el primer Gobierno de Rodríguez Zapatero. La propuesta consistía en construir desalinizadoras como alternativa al Trasvase del Ebro. A día de hoy, el resultado desilusiona. Seis años y medio después apenas se consumen 80 hectómetros destinados a los abastecimientos. Los regadíos tienen comprometidos 18,5 hectómetros de la planta de Valdelentisco. El resto está por llegar. Se ha resuelto el problema del abastecimiento a la población, pero el déficit de la cuenca del Segura sigue como estaba.
Además, el nuevo plan de cuenca del Segura, cuyo sostén técnico va a ser revisado, es muy revelador: juntando el máximo trasvasable del Tajo y el máximo de desalinización quedará un déficit de entre 140 y 275 hectómetros. Es el escenario más optimisma, ya que no vendrá tanta agua del Tajo ni se producirá tanta agua desalinizada. ¿Qué hemos ganado en estos años con la nueva política hidrológica?
Sorprende, por otra parte, que Ecologistas en Acción salga ahora alertando de que se están troceando los ríos por parte de las Comunidades Autónomas y requieren que el Estado tome las riendas para mantrener la unidad de cuenca. Hay que recordarles que el desbarajuste que ahora existe se debe en parte a los oficios de algunos ecologistas que ayudaron a romper los moldes de la planificación hidrológica nacional. ¿O es que ya no se acuerdan?
http://www.laverdad.es/murcia/v/20101202/region/ministerio-teme-algunas-desalinizadoras-20101202.html