La decisión de la Comisión Electoral de UPyD de suspender el reciente proceso electoral en Murcia es inaudita, porque no tiene precedentes en política, y es también antidemocrática. La Comisión Electoral adultera con su veredicto la voluntad de sus afiliados en la Región, que el pasado día 22, y con la libertad que dan las urnas, eligieron a la aspirante Encarna Hernández (102 votos) frente al poseedor del título, Rafael Sánchez (79 votos), con el pretexto de que supuestos insultos vertidos en las redes sociales contra Rafael Sánchez –el hombre de Rosa Díez en Murcia– “han tenido consecuencias en el proceso electoral”. Débil argumento, revestido de modernidad pero fabricado con autoritarismo. Cierto que UPyD se mueve por las redes sociales como pez por el agua, pero ni Facebook ni Twitter pueden pesar más que las urnas. Nunca.