>

Blogs

Joaquín García Cruz

Menuda política

La pasta de los políticos

Los políticos están hechos de otra pasta, no hay duda. De una pasta que muchos quisiéramos. Ningún ejecutivo aguantaría un día más en la oficina si una juez le impusiera una fianza civil de 29,5 millones de euros por el perjuicio que su mala gestión causó a su empresa (mejor esta hipótesis que la de suponerle una conducta dolosa). Es el caso de Magdalena Álvarez, a quien ni se le pasa por la cabeza la idea de dimitir como vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), seguramente porque cobra -dietas aparte-  22.963 euros al mes, mucho más que Mariano Rajoy (6.500 euros), David Cameron (14.700) y Angela Merkel (17.000). La exministra necesita mantener como sea tan generosa retribución, porque que le van a embargar todos sus bienes para responder por la fianza insatisfecha. Cesar en el cargo antes que seguir bajo la sospecha de una imputación judicial sería éticamente ejemplar, pero también una tragedia para su economía familiar; así que, de dimitir, nada. Peor habría sido que Magdalena Álvarez  hubiera soltado los 29,5 millones a tocateja. Entonces, estando como está el pulsómetro del desafecto ciudadano, nos maliciaríamos, como hicieron muchos malpensados al saberse que algunos políticos de la Región manejan las cuentas bancarias por decenas. El común de los mortales tiene a su nombre una o dos cuentas corrientes, un hipotecario, un plazo fijo y un plan de pensiones. Es lo normal, y eso con suerte. Pero el juez que investiga el ‘caso Novo Carthago’ ha descubierto que ocho imputados en estas diligencias reúnen 151 cuentas, nada menos que a una media de 18 por cabeza. Todos ellos son políticos y altos funcionarios que participaron en la modificación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Mar Menor para que una urbanización de lujo pudiera sentar sus cimientos sobre terreno protegido. Agustín Guillén, el exconcejal de Urbanismo de Cartagena, figura como titular de 48 de estas 151 cuentas, y no salgo de mi asombro. Debe de ser un engorro gestionar tanto extracto, con sus veintidós dígitos y el IBAN de ahora, sus ingresos y reintegros, los intereses que la banca cobra por cualquier movimiento (y por dejar la cuenta quieta), la domiciliación de los recibos del cole, la luz y el Plus, las correspondientes tarjetas de débito y de crédito colgando de una chequera interminable, y tantas claves secretas como se necesitan para operar con ellas. Parece increíble que alguien sea capaz de sostener correctamente 48 cuentas a la vez, saber el dinero que sale de cada una, identificar el que entra y asegurarse de que el banco no te cobra de más.  Yo no podría, desde luego. Hay que ser muy listo para controlar decenas de cuentas simultáneamente. O se está hecho de otra pasta, como los políticos, o no lo veo posible.

Otro sitio más de Comunidad de Blogs de La Verdad

Sobre el autor


marzo 2014
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31