Hasta tres veces salió Murcia en los telediarios del lunes. Mal asunto si meten a la Región en la escaleta del Telediario y no es para enmarcar la grandeza del Festival del Cante de las Minas o para pronosticar un calor achicharrante. Antiguamente nos sacaban cuando el Segura se desbordaba o si una niña envenenaba con matarratas a sus cuatro hermanos menores. En los ochenta recuperamos protagonismo en ‘prime time’ con iniciativas disparatadas del Gobierno autónomo que dieron mucho que hablar (y mucho que reír), como aquella propuesta de paz formulada desde Murcia a Reagan y Chernenko para que pusieran fin a la guerra fría comiéndose juntos un arroz huertano en el Muro de Berlín. Las apariciones estelares de la Región en TV volvieron en los noventa a cuenta del fallido trasvase del Ebro y de la incomprensión de media España hacia las necesidades hídricas de la cuenca del Segura, la única de España con déficit estructural pero que a menudo aparecía en la pantalla como una guarida de ladrones de agua y de señoritos que se permitían jugar al golf.
Lo del lunes pareció una confabulación astral. Las tres estadísticas del día situaban a Murcia a la cabeza de lo peor y a la cola de lo mejor, por lo que merecieron, una vez más y con la fanfarria pertinente, la portada de los telediarios. Y no eran estadísticas irrelevantes ni superficiales estudios acerca de si preferimos playa o montaña. El déficit público de 2013 dado a conocer por el Ministerio de Hacienda (el 3,17% del PIB regional) nos sitúa a la cabeza de las regiones incumplidoras, anticipa un recorte de 320 millones de euros, amenaza de nuevo la paga de Navidad de los funcionarios y, lo que es peor, dificulta gravemente el despegue de la economía regional. Ese mismo día, el INE estableció que la riqueza de Murcia descendió el año pasado el 1,7%, cinco décimas más de lo que cayó la media nacional. La tercera y pésima noticia del Telediario del lunes revelaba que la Asamblea Regional es el Parlamento autonómico menos transparente de España, y estaba firmada por la organización Transparencia Internacional, cuyos analistas han llegado a la conclusión de que nuestro poder legislativo está a la cola en información sobre su actividad (47,4 puntos de 100 posibles) y en relaciones con los ciudadanos (38,9 puntos).
Tres veces nos sacaron en el mismo Telediario, y ninguna fue para escuchar a Miguel Poveda en el Antiguo Mercado Público de La Unión. Qué mala suerte. O nos ha mirado un tuerto o estamos en manos de políticos manifiestamente mejorables.