Alberto Garre también tiene quien le escriba. A los mensajes de apoyo a Pedro Antonio Sánchez que brotaron en Facebook el día en que le cayó una querella del fiscal responden ahora los partidarios de Garre con otra página que se propaga como un virus por Whatsapp y en la que se destaca «la honradez que a otro le falta» (sic). De poco servirán estos subterfugios, porque el candidato será designado por un dedo superior e inapelable, como siempre sucedió. La inexistencia de cauces de participación directa en el PP (que lleva el presidencialismo en su ADN) justifica el desahogo en las redes sociales de sus militantes, pero éstos seguirán de por vida reducidos a la mudez, igual que Sísifo se vio condenado a cargar con su piedra, mientras el partido no democratice sus estructuras y dé voz y voto a sus afiliados.