Ahora que se va, olvidemos que Cámara está imputado en ‘Umbra’. Olvidemos el pelotazo millonario de Nueva Condomina y los insufribles accesos africanos al estadio. Olvidemos el cúmulo de golferías en Urbanismo y la culpa ‘in vigilando’ del alcalde. Olvidemos la aniquilación de la huerta. Olvidemos el abandono del centro comercial de Murcia y la desidia en que están sumidas las pedanías. Olvidemos la frustración de La Paz. Olvidemos el guirigay del transporte urbano y olvidemos el soterramiento. Olvidemos que durante meses incumplió su obligación de acudir a las juntas de gobierno. Olvidemos las peleas de gallos en su corral. Olvidemos su carencia de carisma, su carácter avinagrado y su falta de empatía con los vecinos. Olvidemos a Cámara.