Desde que Leonardo DiCaprio y Ben Affleck dejaron ver su barriga cervecera, el cuerpo fofo (‘fofisano’, y en Estados Unidos, ‘dadbod’ o ‘cuerpo de papi’), gana terreno como nuevo canon de belleza masculina, en detrimento de ese otro tipo más atlético que se esculpe en el gimnasio. Si es verdad que ahora va por ahí el gusto de las mujeres, nuestros candidatos autonómicos pueden presumir de ‘body’, porque están a la vanguardia, salvo Óscar Urralburu y César Nebot, que (sus razones tendrán) siguen empeñados en lucir tableta. Más debería preocuparles la ocurrencia de Albert Rivera. El líder nacional de Ciudadanos propone que la regeneración de la vida pública en España quede en manos solo de quienes han nacido en democracia. Muy alto sitúa el listón -37 años-, si tomamos como referencia la Constitución de 1978. Un poco más y él mismo se queda fuera de la Historia, pues ya ha cumplido los 35. Y, aunque se trata de una propuesta retórica e incluso matizada después, lo cierto es que traerla a Murcia supondría cerrar la puerta a los seis aspirantes a presidir la Comunidad Autónoma, que en ningún caso pasarían la criba. El candidato regional del propio Rivera, Miguel Sánchez, anda por los 43 años, Óscar Urralburu está en 44, el socialista Tovar se prodiga estos días como si fuera un crío, y Pedro Antonio Sánchez (PP) todavía no ha cumplido los 40. Puede que nuestros candidatos luzcan tripa de ‘fofisanos’, pero en ningún caso son carcamales ni están para que se les jubile.

Rechazada la moción, señor Rivera.