La coincidencia de la campaña del IRPF con los ‘papeles de Panamá’ y el pago de una mordida en la desaladora de Escombreras es una mala noticia para la Agencia Tributaria. Quizás a Hacienda le dé igual esta conjunción planetaria, pero a los contribuyentes, no. A los contribuyentes nos dan ganas de declararnos insumisos fiscales, pero eso nos pondría a la altura de ‘los otros’, que están más vivos que muertos y que son también más vivos que nosotros. Ahí está el vídeo de Escombreras, con un tío contando billetes como si fueran cromos, hasta 4.500 euros en negro, tan pancho y a cara descubierta. No hace falta que Hacienda viaje hasta Panamá para cazarlo. Le bastaría con acercarse a Escombreras y hacerle devolver la mordida, con su multa y los sacramentos que correspondan. Sería un consuelo para los mortales.