El exalcalde de Totana José Martínez Andreo adjudicó a dedo las obras de ampliación de un colegio, presionó a la Policía Local para que se olvidara de un vecino cazado al volante con una tasa de alcohol cuatro veces superior a la permitida, fue detenido, la Justicia se echó una siesta de nueve años antes de sentarlo ayer en el banquillo, él reconoció ante el tribunal su doble culpa, a cambio de que el fiscal le retirara otras acusaciones más graves y de que los ocho años y medio de prisión con los que cargaba quedaran reducidos a una multa de 720 euros, una suerte que no todo el mundo tiene, pero sí Martínez Andreo, quien declaró, al salir del Palacio de Justicia -y con estas palabras-, que ha cometido dos delitos, sí, pero, ojo, no ha metido la mano.
Gracias, caballero. Que pase el siguiente.