Gorra, boina, pamela o turbante. El caso es tocarse la cabeza y mover el talle con donaire por el cogollo urbano de Murcia, desde la plaza Belluga hasta la Redonda, para promocionar las sombrererías de Murcia. Se le ha ocurrido a la benjamina del PP, Rebeca Pérez, para mantener viva la compulsión infinita del Ayuntamiento por sacarse de la chistera ideas luminosas. Aconsejo a los ciudadanos participantes hacerse para la posteridad un selfi con el palo largo ante la antigua estación de Zaraíche, y a la vuelta por el tontódromo tomarse una ensaladilla en el Café Bar, de las de toda la vida. Meteorología prevé que el domingo será otro día de 28 grados, pero eso no debería amilanar a los entusiastas del tocado, espero que con los concejales al frente, para dar ejemplo. ¡Jesús, cuánta tontería!