La oposición comanditaria tumbó ayer en la Asamblea el decreto-ley del Gobierno regional sobre las ITV, lo cual certifica otra derrota parlamentaria del PP y anticipa la azarosa legislatura que tiene por delante. Este revés confirma también la imprevisibilidad de Ciudadanos, cuya complicidad el Ejecutivo de López Miras creía -hasta el momento de la votación- tener asegurada en forma de abstención, y corrobora la firmeza de PSOE y Podemos en su obstrucción por sistema a cualquier medida privatizadora, aunque lo que pudiera enajenarse fuera solo la gestión de un servicio público, no ya su titularidad. Todas estas certezas políticas eran esperables, pero queda por despejar una duda: ¿es mejor, para la sociedad (no para los partidos), el modelo actual de las ITV o el que proponía el Gobierno y ha tropezado con la oposición?