A la vista de los problemas para elegir a su cabeza de lista, el PP regional podría recurrir al ‘método  Aguirre’

Algún fruto tenía que dar el hartazgo ciudadano. Del mangoneo secular de los aparatos de los partidos para repartir puestos en el abrevadero se ha pasado a elegir a los candidatos en primarias abiertas e incluso a su votación por las redes sociales, que es el súmmum de la modernidad democrática. A la vista de las dificultades con que choca el PP regional para designar a su candidato a las autonómicas de 2015, no resultaría extraño que Valcárcel y su equipo se decantaran por un ‘casting de honradez’ como el que ha maquinado Esperanza Aguirre, que por algo fue siempre la cabeza de puente de la ‘intelligentsia’ en la gran familia conservadora. Los populares de Murcia deberían, en ese caso, perfeccionar el método, conforme a la teoría de ensayo y error, dado que la experiencia piloto de Madrid se ha revelado ya, además de cómica, fraudulenta, con postulantes que sabían lo que se les iba a preguntar y que habían sido aleccionados previamente por expertos en telegenia para que no metieran la pata ante la prensa invitada a tan grotesco experimento. (Aun así, una de ellas soltó que no es «una perra judía», cuando se le sondeaba acerca de su honradez, y, para terminar de arreglarlo, identificó la corrupción con una opción más de la vida, similar a la de «preferir vino o cerveza», lo que da una idea -que asusta- sobre la talla de los aspirantes).

La cola de los aspirantes a candidatos para someterse al ‘casting’ daría varias vueltas al edificio del hotel Nelva, aunque después bastaría una habitación doble para reunir a los finalistas que hubieran superado el examen teórico, consistente en responder con un ‘no’ a media docena de fáciles preguntas: ¿Estás o has estado imputado? ¿Has sido concejal en alguno de los ayuntamientos registrados por los UCO? ¿Tienes un hijo en Podemos? ¿Aceptaste alguna vez por Navidad regalos de más de 600 euros? ¿Alguien en tu familia se dedica a la construcción?’ ¿Tienes barco grande? ¿Has tenido novia en Canarias?
A los pretendientes que llegaran vivos hasta aquí, solo les quedaría por superar una última prueba, ésta no tan sencilla: mirar a una cámara de televisión y convencer a su imaginaria audiencia de que el aeropuerto de Corvera no costará un euro a los murcianos, de que la bahía de Portmán será regenerada algún día, y de que en la legislatura venidera veremos abierta la variante de Camarillas y completada la autovía del bancal. Quien venciera en este ‘casting’ sería el mejor del PP, un candidato ganador. O el mismísimo David Copperfield en persona.