La negativa de Cobacho a encabezar la candidatura municipal del PSOE en Murcia nos privará de un duelo atractivo con Ballesta que daría altura a los plenos y sacudiría polvo del Ayuntamiento. Un exrector contra otro, un catedrático de Derecho contra otro de Medicina, un ilustrado contra otro. Asistiríamos a una dialéctica menos tosca, de acento más academicista, barnizada por citas, latinajos, sutilezas y erudición. Cobacho ofrecería un ‘quid pro quo’ para transaccionar una enmienda que permitiera agilizar el tranvía, y Ballesta invocaría a Unamuno en su réplica florida a la moción de turno sobre las basuras. En las pajareras habría más doctorandos que pedáneos, y las inevitables arremetidas partidarias sobrevolarían el salón de plenos con su habitual campechanía pero envueltas en celofán. Qué pena.