Una enmienda de PP y CiU a la ley de Enjuiciamiento Criminal prohibirá que pueda fotografiarse a un detenido. Ignoro cómo la norma articulará esta regresión democrática sin quebrantar el derecho constitucional a la libertad de expresión, pero está claro que su intención es exonerar a los corruptos de la pena del telediario, que muchas veces es la única condena que pagan por sus tropelías. Nunca devuelven el dinero expoliado, y a menudo se van de rositas retorciendo el ordenamiento jurídico con añagazas como los recursos interminables, la dilación indebida, la prescripción o cualquier desliz procesal. Si se hurta al ciudadano honrado la posibilidad de desahogarse ante la tele llamando chorizo a un golfo que confundió la institución con su cortijo, no le quedará otro consuelo que seguir indignado.