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Hay en Murcia actos sociales con más piscolabis que fuste, a los que se va para dejarse ver en el besamanos o con alguna otra intención igualmente aviesa, por lo que se corre el riesgo de perder el tiempo. Del Foro La Verdad-SabadellCAM, al que nadie faltó, nadie salio tampoco defraudado. Allí pasaron cosas, y no todas estaban previstas. José Oliú se daba a conocer en sociedad tras la adquisición de la CAM por el Sabadell, y lo hizo embutido en un terno y con una plática -sin hipérboles, ‘directe al gra’- que más le pegaban a un comerciante del Paseo de Gracia que a esos banqueros estirados que se pasean por el telediario. El líder del PSRM-PSOE, Rafael González Tovar, pudo por fin preguntarle públicamente a Valcárcel, algo de lo que se ve privado por no tener escaño en la Asamblea. Otra singularidad del Foro: hubo noticia-noticia, de las de primera página; y, además, positiva, lo que constituye toda una rareza: ¡la recaudación tributaria de la Comunidad Autónoma empieza a mejorar! Lo anunció Valcárcel, que debería por cierto prohibirse los discursos leídos -previsibles, farragosos- y entregarse más a la improvisación, al cara a cara, un terreno en el que nadie le hace sombra.
Pasaron cosas ayer en el hotel Nelva infrecuentes, sí. Y la más llamativa fue que un espíritu sobrevoló las mesas: el de Juan Bernal, que no estaba en el cartel pero sí en muchas de las conversaciones, en la pregunta de González Tovar, en la respuesta de Valcárcel, en la maledicencia de gente del PP, que no perdona al vicepresidente su diagnóstico (recuérdese: nos hemos equivocado de modelo), y estuvo también en la boca de empresarios que lo ven ya como la mano salvadora de Dios. Su gestión no es vaporosa, sino tangible (reduce el déficit o no lo reduce, recorta o no recorta), y en ese aspecto se expone como ningún otro consejero. Juan Bernal es el hombre, no hay duda, el abrótano macho de la política regional.