Algunas viven una segunda juventud. Las líneas ferroviarias en desuso se han convertido en una nueva oferta turística, en la que se dan la mano naturaleza y patrimonio industrial. En la Región, disponemos de 200 kilómetros de antiguos caminos de hierro, en un estado de conservación dispar, para disfrutarlos a pie o en bicicleta. Ahora la Comunidad Autónoma quiere llamar a la puerta de la Unión Europea a la busca de fondos para seguir avanzando en su puesta en valor. Por si alguien se anima a adentrarse en esta página de la historia del ferrocarril, aquí van unos apuntes sobre los tres trazados que existen en la Región.
1) Murcia-Caravaca por la vía verde. Es el único antiguo corredor que está acondicionado como recurso turístico. Son 75 kilómetros entre el campus universitario de Espinardo y la Ciudad de la Cruz, atravesando los cultivos agrícolas de la vega del Segura, el ‘paisaje lunar’ de Campos del Río y Albudeite y un mar de pinos en el Noroeste. La línea, obra del ingeniero Manuel Bellido, funcionó entre 1933 y 1971. La mayoría de las estaciones (un día hablaremos solo de ellas) se han recuperado como albergues, aunque otras instalaciones (naves, apeaderos y casetas guardagujas) esperan que soplen nuevos vientos que permitan su recuperación.
2) De la costa a la montaña. El ‘plan Guadalhorce’ (1926), para la mejora de la red ferroviaria estatal, incluía un eje que iba a conectar Cartagena y Totana (51 kilómetros), además de un ramal entre Mazarrón y La Pinilla (15 kilómetros). El ambicioso proyecto nunca se terminó, pero sobre el terreno sí que quedó marcado todo el trazado. Incluso se levantaron puentes para salvar los cauces de las ramblas, y hasta una estación justo en el límite entre Mazarrón y Alhama. Ahí sigue, en mitad de la nada, este apeadero fantasma, soportando como puede el paso del tiempo. Los ingenieros de la época proyectaron una línea moderna, acorde con los nuevos tiempos, y ¡sin ningún paso a nivel! Las obras para la puesta en valor de estos 66 kilómetros de corredor ferroviario todavía no tienen fecha de inicio, pero es posible recorrer algunos de sus tramos, aunque están sin señalizar.
3) Historias del ‘Chicharra’. Hasta el verano de 1969, el ‘Chicharra’, un tren de vía estrecha, estuvo transportando viajeros. Conectaba Cieza y Alcoy (Alicante), pasando por Jumilla y Yecla. En total, 135 kilómetros de trazado, donde ahora solo quedan algunos retazos. Por ejemplo, en el paraje jumillano de La Punta se conservan varias casas de antiguos ferroviarios. Yecla mantiene en pie su vieja estación y uno de los viaductos de piedra. La línea del ‘Chicharra’ sí que está recuperada como vía verde en Alicante. Justo en el límite con el término provincial, parte el trazado ‘Xixarra 1’, que lleva hasta el santuario de la Virgen de las Virtudes (Villena).