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Miguel Rubio

Microhistoria(s)

150 años del Museo de Antigüedades

Ciento cincuenta años de historia es para celebrarlo. Y el Museo Arqueológico de Murcia (MAM) lo hace con una interesante selección de 200 piezas, desde el Paleolítico hasta el siglo XIX, que pueden contemplarse, hasta el 21 de septiembre, en la primera planta de esta ‘catedral’ de la cultura, enclavada en el paseo Alfonso X El Sabio. No conviene perderse esta exposición (quizás demasiados objetos en tan poco espacio) porque contiene algunas de las piezas más significativas halladas en diferentes yacimientos de la Región. Por ejemplo, la estatuilla romana de ‘Hércules viandante’, de Los Torrejones de Yecla, o un capitel de pencas de época islámica encontrado durante la construcción de un refugio antiaéreo en la plaza Fontes de Murcia. Más de 3.500 personas han pasado ya por aquí. A mí, personalmente, me ha llamado bastante la atención los restos decorativos procedentes de dos yacimientos ‘olvidados ‘-el conjunto palaciego y defensivo de Monteagudo y la basílica paleocristiana de Algezares- que antes no había tenido la oportunidad de admirar con detenimiento.
Fundado en 1864, tres años antes que el Museo Arqueológico Nacional, el MAM (al principio se llamó Museo de Antigüedades de Murcia) es todo un referente en la conservación, la difusión y la investigación arqueológica. Atrás han quedado aquellos años en que solo era un espacio reservado para las élites intelectuales. Hoy día presume de ser un centro abierto, con un programa paralelo de actividades que sirven para acercar la cultura a la ciudadanía. Lo he recorrido de arriba a abajo en varias ocasiones. Incluso he tenido la oportunidad de conocer la sala que hay en el sótano, de acceso restringido y vigilada con cámaras de seguridad, donde se guardan, perfectamente identificados y en unas estrictas condiciones de humedad y temperatura, los fondos del museo. Aquí se custodian 3.500 piezas, que forman lo que el director del MAN, Luis de Miquel, denomina como ‘el banquillo’, en un guiño al argot futbolístico. Es decir, son objetos de gran valor que están preparados para ser expuestos en cualquier momento.

Capitel islámico, en la exposición del Museo Arqueológico de Murcia.

El Museo Arqueológico cuenta con otras dos naves, también con vigilancia especial, donde se guardan otros ‘restos’ menores procedentes de excavaciones llevadas a cabo en la Región. El MAN suele recibir para su catalogación y custodia unas cincuenta colecciones cada año. Se trata de un material valiosísimo, que aunque no llegue nunca a las vitrinas sí que resulta una pieza clave en la investigación científica, otra de las tareas encomendadas al museo  (y a veces no reconocida por el público), que resulta vital para avanzar en el conocimiento de nuestra historia. Felicidades, MAM, y que cumplas al menos otros 150 años más.

Nuestro patrimonio cultural en pequeñas dosis

Sobre el autor

Mazarrón, 1967. Periodista de 'La Verdad' y guía oficial de turismo.


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